El alcalde de la capital grancanaria anuncia un reglamento para controlar los vertidos en la ciudad

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, ha anunciado este miércoles la elaboración de un reglamento municipal que controle todos los vertidos que lleguen a la red pública de alcantarillado de la ciudad, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Técnicos del servicio municipal, en colaboración con los especialistas de la Empresa Mixta de Aguas, Emalsa, ya están elaborando un primer borrador, ha indicado el alcalde en la inauguración de la Jornada Técnica de Vertido de Aguas Residuales organizada en el Castillo de La Luz por la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS).

Hidalgo ha señalado que su gobierno apuesta por regularizar la actividad de saneamiento en el municipio, con el fin de evitar los vertidos incontrolados.

Con este objetivo, además ha anunciado que convocará al Cabildo y a otras administraciones interesadas en la gestión hidráulica de la isla, para desde la concertación, establecer un protocolo integrador de actuaciones coordinadas “para conseguir la normalización administrativa de todos los vertidos generados en el saneamiento de la ciudad”.

El alcalde Hidalgo ha destacado que la prestación del servicio de abastecimiento de agua “goza de una garantía de continuidad que la hace figurar entre las primeras ciudades españolas en condiciones de calidad y precio”.

No obstante, ha dicho que la ausencia de un reglamento de vertidos en la ciudad “impide el control real de los vertidos que llegan a nuestro alcantarillado”.

“Somos una excepción entre las grandes ciudades españolas, ya que no disponemos actualmente del instrumento administrativo imprescindible para ejercer el control sobre lo que los ciudadanos y algunas grandes empresas vierten a nuestras redes de alcantarillado”.

Es objetivo de la corporación, según expuso el alcalde, aplicar el principio fundamental del derecho medioambiental europeo que establece que “quien contamina paga, y paga más quien más consume”.

“La ausencia de un reglamento de vertidos no nos permite controlar a aquellos colectivos o empresas que vierten a la red pública aguas no suministradas por el servicio municipal de abasto; y ello con la complejidad de carga contaminante que aportan a la red pública de saneamiento sin control alguno”, indicó Hidalgo.

El volumen de agua depurada en la ciudad se ha incrementado en más del cien por cien en los últimos 15 años, pasando de siete millones de metros cúbicos a los más de 15 millones que se depuran en la actualidad, ha recordado el alcalde.

Así mismo, ha dicho que con la entrada en funcionamiento de las plantas depuradoras de Tenoya y Tamaraceite, esta última aún en fase de puesta en marcha, se prevé depurar el cien por cien del agua residual generada en tiempo seco, aproximándose a los 17 millones de metros cúbicos tratados, indica la nota.