Comer junto al mar, entre salinas y volcanes, y en medio de un singular conjunto etnográfico y cultural que está declarado Sitio de Interés Científico desde 1994. Todo un lujo. La histórica explotación salinera de Fuencaliente abrirá en el mes de agosto su restaurante temático. El establecimiento, que sigue la impronta de la arquitectura salinera y que está perfectamente integrado en el paisaje, pretende servir de complemento para lograr el mantenimiento de una actividad artesanal que inició la familia Hernández Villalba en 1967 y de un entorno considerado de alto valor ambiental.
El restaurante, que lleva el nombre de 'El Jardín de la Sal', se ha acondicionado en el almacén de la explotación y aprovecha la parte alta del histórico inmueble desde la que se pueden contemplar espectaculares vistas de las salinas, el mar, las puestas de sol, los faros y los volcanes, ha explicado a LA PALMA AHORA Andrés Hernández García, nieto del fundador de las salinas, un joven empresario diplomado en Ciencias Empresariales y licenciando en Administración y Dirección de Empresa que ha tomado las riendas del negocio y que apuesta por proyectos vinculados al ecoturismo y a las energías renovables para el desarrollo y conservación de la actividad salinera.
El establecimiento de restauración forma parte de un centro de interpretación de las salinas que ofrecerá contenidos museísticos y etnográfico pero que todavía no podrá ser inaugurado porque el proyecto de esta infraestructura turística se ha retrasado.
'El Jardín de la Sal', al localizarse en una zona costera, ofrecerá una gastronomía que “tiene como referente el mar”, ha explicado Andrés Hernández. “Nuestra filosofía es la del movimiento 'slow food' que promueve el retorno a los valores tradicionales de la cocina, el consumo de productos de cercanía y de temporada y el respeto al medio ambiente”, añade. “Apostamos por el pescado local”, asegura. El restaurante tiene un comedor principal con capacidad para 60 personas y otro local destinado a grupos de idénticas dimensiones. Cuenta asimismo con una sala de degustación y una tienda de souvenir. Durante el verano, ofrecerá almuerzos y cenas. “Abriremos desde las doce del mediodía hasta una hora después de la puesta de sol; pero en invierno, tenemos que analizar si es rentable servir cenas, porque por la noche descienden las visitas y, además, carecemos de alumbrado público”, señala.
Andrés Hernández reconoce que “lo más llamativo” del restaurante son “las terrazas exteriores panorámicas, con vistas a las salinas, al faro, al mar y a los volcanes, y desde las que se pueden contemplar espectaculares puestas de sol”. Además, la tematización de la terraza superior gira en torno a la astronomía y dispone de un telescopio y un reloj solar. “También abordamos la mitología relacionada con el sol y los volcanes”, detalla
El restaurante estará atendido por cinco jóvenes profesionales formados en el Departamento de Hostelería y Turismo del IES Virgen de Las Nieves de Santa Cruz de La Palma. “Queríamos contratar a gente con formación e ilusión”, ha destacado Hernández, quien está convencido de que “la capacidad de contratación será mucho mayor en el futuro, pero ahora queremos ir con cierta cautela, viendo la demanda y ajustando horarios”.
En un principio, 'El Jardín de la Sal' tenía previsto abrir sus puertas el próximo 8 de agosto, pero su apertura se retrasará un poco “porque estamos aún recuperando y limpiando el entorno alterado por la obra y poniendo en funcionamiento la parte de las salinas que se paralizó por los trabajos”, indicó el joven empresario, quien destacó que la construcción, cuyos elementos principales son la piedra, la madera de morera y el cristal, “está integrada en el entorno y ha recibido una buena crítica”.
La familia Hernández Villalba lleva muchos años luchando por mantener a flote la explotación salinera como actividad empresarial, y por ende, el Sitio de Interés Científico de las Salinas de Fuencaliente. Para lograr este objetivo, Andrés Hernández ha apostado por dotar a este singular enclave de pequeñas infraestructuras turísticas complementarias que permitan la continuidad de la producción salinera y la generación de puestos de trabajo entre la población local, principalmente entre los jóvenes. El restaurante que se inaugurará próximamente es la primera actuación que se pone en marcha dentro de la estrategia que se ha marcado Hernández para mantener con vida la explotación familiar a la que ha estado estrechamente vinculando desde pequeño y en la que ha trabajado junto a su padre, Fernando Hernández Villalba. “Estamos agotados con el proyecto, porque además nos encontramos ahora en época de zafra, pero también muy satisfechos”, ha admitido.