El PSOE canario no tiene intención de presentar, a corto plazo, una moción de censura. Al menos, hasta que el PP de las Islas se “clarifique” y decida “si apuesta por el pasado regresivo que representa Clavijo o si está por la pulsión de cambio”.
Asi lo ha asegurado el coordinador de Organización y portavoz de la gestora federal, Mario Jiménez, que en su primera visita a Canarias quiso dejar claro que “el PSOE no contempla un Gobierno con el PP”, y menos aún en base a la “la broma de mal gusto” que fue la propuesta del líder de los conservadores, Asier Antona, de censurar a Clavijo si él era el candidato alternativo y en base al programa popular.
Y es que tanto para Jiménez como para el presidente de la gestora del PSOE canario, José Miguel Rodríguez Fraga, es el presidente del Gobierno el que “de manera irresponsable” ha decidido “capitanear un barco que va a la deriva” y dejar el gabinete “en manos del PP”.
¿Y el posible cambio en La Laguna? Pues también habrá que esperar a “lo que decida la agrupación local” que dirige Mónica Martín (adversaria de Javier Abreu) porque “ni la gestora federal ni la regional van a imponer nada” en la Ciudad de Los Adelantados.
Retratarse
“El partido del cambio en Canarias es el PSOE y el PP tendrá que retratarse y decidir si es cómplice del inmovilismo o se une al cambio”, aseguro Jiménez en el posterior encuentro que mantuvo con cargos orgánicos e institucionales de los socialistas.
Pero no solo el PP tiene que decidir, pues el dirigente federal también hizo un llamamiento a la propia Coalición Canaria (CC), ya que a su juicio “mucha gente dentro de esa formación política sabe que Clavijo se ha convertido en un problema para su propio partido y para Canarias”.
“Se abre un tiempo de diálogo liderado por el PSOE con todos los que quieren un cambio en esta tierra y reclaman la inmensa mayoría de los canarios. Clavijo necesita una respuesta democrática, y la va a tener”, insistió Jiménez.
Y es que para el portavoz de la gestora federal socialista, “Clavijo ha dado la primera palada a su tumba política'” al echar a los socialistas del Gobierno de Canarias, pues su buen hacer en el gabinete ponía en evidencia su “mediocridad”.
“A muchos hombres le tiemblan las piernas cuando están al lado de una mujer fuerte, y a Clavijo le han temblado las piernas con Patricia, porque veía a quien le ganó las elecciones”, insistido Jiménez.
El dirigente federal hizo hincapié en que “cuando un presidente es peor que su antecesor y encima tiene al lado consejeros que le ponen en evidencia” al final Clavijo “hace lo que hacen los mediocres, apartar de su lado a la valía”.
Por ello, reiteró que tanto la ex vicepresidenta como los consejeros cuentan con el respaldo de Ferraz y les ha felicitado por hacer “una política diferente y cercana a las personas”.
De lloros y lágrimas
Por su parte, Patricia Hernández, que agradeció el trabajo de los ex consejeros socialistas, aseguró que “frente a quienes como Clavijo dicen que al Gobierno hay que venir llorado, los socialistas solo trabajamos para que las lágrimas de los ciudadanos dejen de brotar al serles reconocidos sus derechos en Dependencia o en la percepción de la PCI después de tantos años”.
La vicepresidenta ha insistido en que el problema grave se sucitó en el momento en el que “los socialistas nos plantamos cuando Clavijo pidió recortar el gasto sanitario en 100 millones de euros, cuando había un ahorro de 180 millones” por parte de la Comunidad Autónoma, como quedó demostrado tras el cierre presupuestario
“Tuvo un mes el presidente los quirófanos paralizados, porque se caían los cielos, se abrían las aguas y nos comían los dragones, y ahora tiene la cara de decir que se incrementan las listas de espera”, insistido Hernández.
La ex vicepresidenta del Ejecutivo, que calificó a Jesús Morera como “el mejor consejero de Sanidad de la historia de Canarias”, ha insistido en que “el tongo y la trampa” del reparto del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) también fue motivo de conflicto, pero incidió en que el verdadero problema fue que “Clavijo ve la Sanidad como un negocio” y los socialistas, no.