La Autoridad Portuaria de Santa Cruz destinará 428.000 euros a limpiar los materiales depositados en la desembocadura del Barranco de Santos en Santa Cruz. La actuación salió a concurso en el mes de febrero por 690.000 euros y finalmente ha sido adjudicado por una cantidad notablemente menor a la empresa Corsa-Corvian. De esta manera Puertos intenta minimizar los efectos que cada cierto tiempo causan las inundaciones en este punto del cauce y que han llegado a producir destrozos en los alrededores, como por ejemplo, en la iglesia de La Concepción situada en uno de sus márgenes.
Las últimas lluvias torrenciales de importancia tuvieron lugar en el año 2010 momento en el que el templo volvió a verse afectado por el agua que llegó a desbordar el barranco. En este mismo punto se encuentra el puente de El Cabo, el más antiguo de la ciudad, cuyo futuro ha sido objeto de numerosas discusiones. El Cabildo sigue defendiendo que debe ser eliminado mientras que miles de ciudadanos han pedido que se mantenga en su actual emplazamiento por su valor histórico ya que de hecho ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
El problema, según los estudios realizados por el Consejo Insular de Aguas, es que el estrechamiento del cauce en este punto es el que da lugar a los cíclicos desbordamientos y sus nefastas consecuencias. En este tramo del barranco se construyó también la avenida José Antonio y la plaza de Europa lo que ha agravado aún más la situación.
Los informes de los técnicos del Consejo Insular de Aguas determinan que el estado del Barranco de Santos, en la zona próxima a su desembocadura, es la consecuencia de la construcción de diversos puentes de “inadecuado diseño”, que han ido ganado terreno al barranco y constriñendo su cauce, “lo que ha supuesto una merma importante de su capacidad para evacuar el caudal de avenidas extraordinarias”. Los estudios añaden que entre los sucesivos puentes que ocupan la desembocadura del barranco de Santos, el puente de El Cabo constituye el elemento más significativo desde el punto de vista hidráulico, “tanto por su capacidad reducida de evacuación como por su singular posición y aptitud para actuar en las avenidas como un vertedero que desborda hacia sus márgenes”. Mientras se decide su derribo o mantenimiento, al menos, Puertos limpiará este cauce con lo que se eliminarán en parte los riesgos de desbordamiento.