Lo poco que queda del muelle antiguo de Santa Cruz de Tenerife está siendo reparado en estos momentos. La Autoridad Portuaria escuchó las voces que habían denunciado el estado de abandono en el que se encontraban los sillares que aparecían tirados alrededor de la farola del mar y de la marquesina en la estación de ferries. Desde hace algunas semanas la empresa Arc Stone Sculpture está llevando a cabo los trabajos para construir tres muros diferenciados con los restos del anterior puerto que tuvo que ser desalojado por las obras de la vía litoral.
A partir de aquí y durante meses enteros alrededor de 800 sillares antiguos permanecieron en estado de casi total abandono. A su alrededor tan sólo se puso una valla que se encontraba también rota y en mal estado de conservación. Además, algunas de las piezas se utilizaron para realizar las señales indicativas de los restos de castillos y fortalezas que aún quedan a lo largo de la costa de la capital tinerfeña. Las únicas incógnitas que están planteadas en estos momentos es cuándo acabarán los trabajos de rehabilitación y dónde se situará uno de los arcos que también fue trasladado. En cuanto a la primera pregunta se calcula que al final de verano ya se habrán construido los nuevos muros con el material antiguo. Sobre la segunda aún se están estudiando varios emplazamientos alternativos.
La importancia del muelle radica en que se trata de la infraestructura de este tipo más antigua de Canarias y que fue además costeado con las aportaciones de los chicharreros. En algunos de estos bloques se pueden observar también las huellas que dejaron los cañonazos del ataque del almirante Nelson para invadir la ciudad y que finalmente resultó frustrado por los habitantes de Santa Cruz.
La tertulia 25 julio había criticado el abandono de estos sillares sin orden ni concierto alrededor de la antigua farola del mar y cuando tuvieron conocimiento de los hechos mantuvieron reuniones con el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza. Este finalmente accedió a rehabilitar el muelle antiguo al admitir que se trata de una pieza básica en la historia de la ciudad y que no era de recibo que se encontraba en aquel estado de abandono. Los sillares habían sido desmontados para evitar que las obras de la vía litoral implicaran su destrucción, después de que así lo pidieran los miembros de la Tertulia.
El presupuesto estimado ronda los 200.000 euros, una cantidad que es insignificante si se tiene en cuenta que la construcción del túnel en este trozo de la avenida supuso una inversión de 60 millones de euros. En principio el Gobierno canario se había comprometido a ejecutar las obras de rehabilitación pero finalmente ha sido Puertos quien la está llevando a cabo con el fin de que se lleve a cabo de forma inmediata. Cuando trascendió el estado de abandono en el que se encontraban los sillares, desde el ejecutivo autónomo se aseguró que estas piezas se iban a trasladar a una nave para garantizar su conservación, aunque finalmente no ha sido necesario. Ahora queda también por acabar el traslado del monumento para recordar la Gesta, conocido como El Grito que se planteaba trasladarlo al lado del Auditorio Adán Martín donde se encuentran las ruinas de la antigua batería militar de San Francisco. La condición era que esta instalación fuese rehabilitada, pero tampoco parece haberse adelantado nada en ese sentido.