Rosa Dávila se esfuerza en mostrar un Gobierno “unido y con proyecto” aunque el pacto esté quebrado
La crisis del pacto que sustenta al Gobierno entre Coalición Canaria (CC) y el Partido Socialista Canario-PSOE ha saltado de los pasillos del Parlamento al seno del propio hemiciclo, donde el líder de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, ha forzado una comparecencia ad hoc de la consejera de Hacienda, Rosa Dávila (a quien los socialistas han señalado como una de las principales causantes de la crisis), que se ha esforzado desde la tribuna de oradores por mostrar que mientras las fuerzas políticas arreglan sus problemas, los consejeros del gabinete se centran en “solucionar los de los ciudadanos”.
“El Gobierno de Canarias trabaja para resolver los problemas de los ciudadanos y la Mesa del Pacto para resolver los del pacto, porque este Gobierno tiene equipo y un programa común enfocado a los resultados porque los ciudadanos son el centro de la acción política”, aseguró Dávila.
Una afirmación que no fue compartida por ni una sola fuerza de la oposición, que con Rodríguez a la cabeza increparon a nacionalistas y socialistas por “haber estado mareando a la ciudadanía desde hace 16 meses con su particular juego de las sillitas” (Noemí Santana, Podemos) y “manteniendo en vilo a la población” (Jesús Ramos, ASG) a cuenta de sus peleas por la Ley del Suelo, el reparto de los fondos del IGTE, la gestión en carreteras y Sanidad o la moción de censura en Granadilla.
“Es triste que el Pacto se rompa por un sillón, el de Granadilla, y no por no haber dado respuesta a quienes están en la lista de espera o viven en el umbral de la pobreza”, insistía Santana.
“Miles de canarios no llegan a fin de mes mientras ustedes negocian si continúa el Pacto”, decía el portavoz del Mixto.
Pacto no, reparto
“El PSOE da por roto el pacto pero se queda, piden la cabeza de Clavijo pero luego no la quieren..esto es surrealista y está alcanzando un nivel de cinismo nunca visto en la política canaria y demuestra que este es un Gobierno sin liderazgo, sin proyecto, colapsado e ineficaz”, afirmaba la portavoz del Grupo Popular, Australia Navarro.
Para la conservadora, “entre CC y el PSOE no hay un pacto, hay un reparto”, por lo que pidió a los socios que se pongan manos a la obra para solucionar los problemas urgentes de los canarios y no los de las fuerzas que sustentan al Gobierno.
Aunque, sin duda, el más duro fue el líder de NC, quien acusó al presidente Fernando Clavijo de actuar con “soberbia y altanería” al “llamar medianeros a sus socios”, o “mentir” al cuestionar “con datos falsos” la gestión del consejero de Sanidad, el socialista Jesús Morera, y “dejar a los pies de los caballos” a la consejera de Obras Públicas, Ornella Chacón, ante los ataques del presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso.
Pasar a la oposición
“Les advierto que CC está haciendo méritos para pasar a la oposición, porque han ido perdiendo fuerza y solo un sistema electoral injusto les hace ser primera fuerza en escaños pese a ser la tercera en votos. Eso les ha permitido estar siempre en el Gobierno, además de que el PSOE y el PP no se pueden ni ver... hasta ahora, que parece que ya se entienden y yo que ustedes me tentaría la ropa”, dijo Rodríguez.
El portavoz de NC insistió en que todos los problemas derivados en las relaciones entre los socios se deben a que CC “está deteriorando la política de manera muy evidente usando al Gobierno como una franquicia de ATI, así que deben ustedes cambiar o irse a la oposición, donde nunca han estado y les vendría muy bien”.
“Lo último ha sido el asalto político a la estructura de RTVC, pero antes han incumplido el reparto de los fondos del IGTE, han cerrado los presupuestos, retrasan la aprobación de los de 2017 por un problema en el reparto del gasto y con la Ley del Suelo quieren convertir Canarias en 88 pueblos y no en un solo pueblo”, concluyó Rodríguez.
Dávila replicó al líder de NC que “frente al ruido y el pasado” que representa el también ex presidente del Gobierno, el gabinete de Clavijo pone sobre la mesa “trabajo, rigor y seriedad”.
“La disparidad de puntos de vista no deben escandalizar, pues CC y PSOE somos partidos distintos. Somos transparentes, por eso no negamos los debates, y a veces llegamos con más facilidad al consenso que otras”, insistía la consejera de Hacienda.
Además, acusó a Podemos de ser “los jíbaros de la política canaria, los reductores de cabezas”, porque “son ustedes los que amenazan con inestabilizar instituciones para forzar al PSOE a que haya terceras elecciones” y no se abstenga el sábado en la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España.
Por parte de los socios, Ignacio Álvaro Lavandera (PSOE) y José Miguel Ruano (CC) insistieron en que las discrepancias políticas entre ambas fuerzas no están desestabilizando la acción del Ejecutivo, e incluso el nacionalista aseguró que “la buena gestión de la consejera de Obras Públicas está por encima de críticas puntuales de un miembro concreto de CC”.
“Discrepancias, por supuesto, las hay y las seguirá habiendo porque nunca está todo previsto, pero nunca seremos irresponsables o no útiles a la ciudadanía, ya sea desde el Gobierno o la oposición”, afirmó Lavandera.