El paso de la diputada grancanaria Meri Pita al grupo Mixto en el Congreso de los Diputados, anunciado el jueves, y la expulsión del Congreso del tinerfeño Alberto Rodríguez en octubre pasado, tras una condena por atentado a agentes de la autoridad, ha dejado a Podemos Canarias sin una representación que quiere recuperar cuanto antes. Y el secretario de Organización de Podemos Canarias, César Merino, por un lado, reclama que Pita devuelva su acta y, por otro, que la cuarta persona en la lista ocupe el escaño de Rodríguez, después de que la segunda renunciara y la tercera no se haya pronunciado.
Podemos fue la tercera fuerza política en Canarias en las elecciones generales de 2019, en las que, en coalición con Izquierda Unida, obtuvo 139.000 votos, el 15 por ciento del total, y dos diputados provinciales: Victoria Rosell por Las Palmas y Alberto Rodríguez por Santa Cruz de Tenerife. Victoria Rosell renunció al escaño al ser nombrada delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, y Meri Pita, segunda en la lista, fue su sustituta.
Merino ha reiterado que Meri Pita debe devolver su acta en lugar de convertirse en una tránsfuga, y debe hacerlo “por dignidad política”, porque su escaño es la representación “de un proyecto político”, no de una persona.
“Ni siquiera puede atribuirse el mérito de movilizar a los votantes”, puesto que fue Victoria Rosell la cabeza de lista, así que no puede usurpar la representación de las casi 75.000 personas que optaron en Las Palmas por Podemos e Izquierda Unida en las elecciones, ha manifestado Merino.
El partido ha suspendido cautelarmente de militancia a Meri Pita tras su paso al grupo Mixto y a raíz de sus declaraciones públicas contra Podemos, aunque previamente intentó contactar con ella para saber si se ratifica en su decisión, pero no contesta a sus mensajes y llamadas, ha explicado el secretario de Organización.
A lo largo de este viernes, el partido está contactando con los otros once cargos del partido que han apoyado la decisión de Pita en una carta en la que denuncian la deriva de la formación política y la verticalidad en la toma de decisiones. En caso de que se ratifiquen en sus posiciones también serán suspendidos cautelarmente igual que Meri Pita, ha dicho Merino.
Recuperar también el escaño de Alberto Rodríguez
En cuanto al escaño por Santa Cruz de Tenerife, que sigue vacante desde que fuera suspendido Alberto Rodríguez, Merino ha querido dejar claro que es un caso totalmente distinto: esto fue “un robo y un atraco” a la división de poderes, pero lo de Meri Pita es “un transfuguismo clásico de toda la vida”.
Podemos quiere que la cuarta persona en la lista por Santa Cruz de Tenerife, Mari Cristo González, pueda ocupar el escaño después de que la segunda, Fátima González, renunciara a retirar su acta y la tercera, Patricia Mesa, no haya contestado a la comunicación de la Junta Electoral.
Podemos Canarias cree que la Junta Electoral, tras haber pasado ya un plazo prudente sin que la tercera candidata conteste, debe interpretar el silencio como renuncia y notificar a la siguiente en la lista, pero no lo ha hecho, de manera que en el Congreso hay un escaño vacante.
Manuel Merino afirmó que Podemos Canarias defiende que la pérdida del escaño de Alberto Rodríguez fue injustificada, fue “una usurpación” y una invasión del poder legislativo por parte del Tribunal Supremo.
Además, tras la condena y expulsión de Alberto Rodríguez del Congreso, el partido lo ha apoyado y guardó un periodo de “duelo” mientras se mantenía el escaño vacío. Pero tras el pase de Pita al grupo Mixto, “Canarias ya no puede seguir sin representación” en el Congreso, es necesario restablecer la representación en las Cortes, subrayó.
“No somos ningún obstáculo” para que la tercera en la lista, Patricia Mesa, recoja el acta, aunque, al igual que Alberto Rodríguez, ya no milita en el partido. Sin embargo, su falta de respuesta a la Junta Electoral parece formar parte de la estrategia de defensa del exdiputado para que el escaño quede vacío mientras se resuelven sus recursos, según Merino.
Ahora el partido quiere que la Junta Electoral actúe, que el silencio de la candidata después de un plazo prudencial se interprete como una renuncia y que sea notificada la siguiente en la lista, quien sí ha manifestado su voluntad de ocupar el escaño.
El secretario de Organización ha asegurado que más allá de la “desilusión” que produce la división de la izquierda por parte de una persona “que siempre ha trabajado para sí misma”, este episodio no va a perjudicar las expectativas del partido en Canarias.
De hecho, Podemos mantiene su poder de convocatoria, asegura Merino, como se ha demostrado con la visita a las islas esta semana de la secretaria de Organización a nivel nacional, Lilith Verstrynge, que “ha llenado las sedes” de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife.