En Tenerife y Gran Canaria se diagnostican más de 100 casos de cáncer de piel cada año

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12 (EUROPA PRESS)

En Tenerife y Gran Canaria se diagnostican cada año una media de 111 casos de cáncer de piel como consecuencia de la exposición continuada al sol sin protección, según los últimos datos del Registro Poblacional de Cáncer de Canarias, dependiente de la Dirección General de Salud Pública.

Una de las consecuencias más negativas de la exposición al sol de forma prolongada o intensa es la aparición de melanomas, un tumor formado a partir de células que tienen melanina.

En el caso de los hombres, en Canarias se diagnostican un promedio de 50 casos nuevos al año, siendo la edad media en el momento del diagnóstico 57 años. La frecuencia relativa sobre el total de tumores malignos se sitúa en un 1,5 por ciento, y el riesgo acumulado de haber padecido este tumor a los 74 años es de un 0,44 por ciento.

Respecto a las mujeres, cada año se diagnostican unos 61 casos nuevos, con una edad media de 55 años en el momento del diagnóstico. La frecuencia relativa sobre el total de tumores malignos en mujeres es del 2,55 por ciento, y el riesgo de haber padecido este tumor a los 74 años se sitúa en un 0,5 por ciento.

En territorios como Canarias, en los que el nivel de radiación solar es elevado a lo largo de todo el año, debe utilizarse fotoprotección en las zonas expuestas todos los días, no únicamente cuando vamos a la playa o a la piscina.

El uso de un buen fotoprotector debe formar parte de nuestros hábitos de higiene y salud diarios, extendiéndolo por cara, brazos y cualquier zona del cuerpo no cubierta, antes de salir a la calle.

Desde las sociedades de dermatología se recomienda como norma general en los adultos el uso de un fotoprotector con filtro solar de factor 30 o más según, el tipo de piel y otros factores (hora del día, altitud, tiempo de exposición, etcétera). En niños debe utilizarse un fotoprotector con filtro solar de factor 50 o más según el tipo de piel y otros factores, y en el caso de menores de dos años se indica que sea un fotoprotector con filtro físico (no se recomiendan los que contiene filtros químicos para evitar su absorción cutánea).

El uso correcto del fotoprotector es importante para que sea efectivo: debe aplicarse generosamente unos 30 minutos antes de la exposición solar en todas las zonas del cuerpo expuestas, y reaplicarse cada hora o tras realizar cualquier actividad que pueda eliminarlo de la piel, como nadar, sudar o frotarse con la toalla. El uso de fotoprotectores no permite, sin embargo, que nos expongamos más tiempo al sol.