En estos tiempos que llevamos cerrados no he querido comentar nada sobre lo que estábamos viviendo. Primero, porque creo que debía uno de ocuparse de otras cosas ante la situación, y segundo porque creo que no era el momento de comentar nada. Mi vida ha transcurrido como la de muchos de nosotros, en casa y cuidando de los nuestros, porque lo principal era resguardar la salud, la nuestra y la de nuestra gente. Pero ahora, tras las teóricas normas de la desescalada que se han presentado ayer, quiero expresar mi opinión desde el mayor de los respetos hacia los que tienen que tomar decisiones para las que ninguno estábamos preparados.
Por muy desesperados y necesitados que estemos, que lo estamos todos, nuestros negocios estaban montados de una determinada manera, para ofrecer los productos de una determinada manera, a una sociedad que se reunía y movía y demandaba lo que ofrecíamos como negocio, de una determinada manera. Nos pararon los negocios de forma abrupta y lógica, por lo que estaba ocurriendo, Con lo cual, lo que estoy esperando es abrir mi negocio de esa determinada manera, pero como eso está claro que es imposible, hay que buscar soluciones consensuadas, no un ordeno y mando desde alguien que no conoce la realidad a pie de calle. Si a mí me dicen que tengo que abrir al 10%, 30% o 50%, está claro que tendré que incorporar a mi personal a ese mismo ritmo, pero no porque yo lo esté diciendo sino porque nadie puede cargarme con un peso que el negocio no puede soportar. Si el Gobierno nos ha mandado a cerrar porque hay una situación de alarma, y que apoyo al 100% que quede claro, cuando yo tenga que abrir tengo que hacerlo con la responsabilidad que me toca y asumiendo que puedo realizar perfectamente mi trabajo.
¿Cuál es el problema que veo yo? La mala gestión que se está realizando, porque si yo a la entrada de mi negocio efectúo un control diario de la salud de mi personal, me cueste lo que me cueste, llámense test, controles térmicos o lo que sea, y pueda tener esos mismos medios para chequear al cliente que me visita en cuanto a higiene y temperatura, e incrementemos y chequeemos nuestro plan de desinfección, no veo ningún sentido generar sensación de inseguridad en el comensal con unas mamparas que no pienso instalar ni con una ocupación que me impida al negocio una viabilidad económica mínima. Es absurdo porque esta enfermedad ha venido para quedarse y tenemos que aprender a convivir con ella se tarde más o menos, y si esta, no es tan grave por sus síntomas, pero sí por sus mecanismos de contagio, pues habrá que pedir al Gobierno que asegure esas propias medidas se tarde el tiempo que sea. Tú no me puedes pedir que lance a la sociedad un negocio al ritmo de un 30% y esperar a ver cómo funciona; deme usted los mecanismos para que esto funcione, porque si usted me puso los mecanismos para que todo se parara, deberá ser usted quien me de los mecanismos para arrancar, y si me vas a dar dichos pasos a cuentagotas, pídeme las soluciones a ese mismo ritmo, es lo más razonable.
No puedes someter a mi negocio, que tiene una estructura y un plan de viabilidad a que lo cambie sin tener una red debajo, porque si tengo que cambiar mi ideario de negocio, cambio de negocio. No tengo la estructura que tengo para ofrecer cosas distintas ni voy a cargarme con un personal sacándolo del ERTE, donde poco o mucho lo que cobren lo tienen asegurado, para decirles después de un mes abierto que no puedo pagarles porque el negocio se ha ido a la ruina. Yo, es que no esperaría a la decisión de ampliación de los ERTE a la hora de abrir, esperaría a que lo tuvieran todo claro, cosa que se ve no pasa por ahora. Cuando se nos dice que hay que reinventarse, obviamente tendremos que darle vueltas a las cosas, pero no puedo hacer que mi negocio deje de ser lo que es para convertirse en algo que no tiene pies ni cabeza. No entiendo eso de la “nueva normalidad” que se nos quiere vender porque parece que todos tenemos que seguir los pasos del Gobierno a pies juntillas, aunque veamos que sus decisiones chocan frontalmente con la realidad, al menos desde lo que yo vivo, porque yendo un poco más allá, no entiendo que digan que se puede abrir un hotel, pero no las zonas comunes, ¿qué se le alquila, la habitación?
Con propuestas como esas lo que nos hacen ver a las personas que estamos en el sector es que los que mandan no están contando con los empresarios a la hora de poder consensuar medidas que nos ayuden a todos a salir de esta situación, y cuando hablo de empresarios, hablo de trabajadores/as, porque los empresarios, hablo desde mi caso y del de muchísimos que conozco, somos los primeros trabajadores, yo no soy un tío que está sentado en un sillón viendo cómo crece el dinero, como por lo visto nos quieren hacer ver ante el resto de la sociedad. Echo en falta autocrítica y sensación de empatía por los distintos gobiernos y también por la oposición, creo que la clase política de todos los colores se están enfrascando en peleas que les interesa a ellos nada más y se están olvidando de lo más importante, que se deben a la sociedad que los elige. Puedo entender que se han equivocado en cómo gestionar según que cosas a día de hoy, también nos ha pasado a nosotros porque nadie estaba preparado para esto, pero lo que no me cabe en la cabeza es que se empeñen en ir por el camino equivocado arrastrándonos a todos a un precipicio sin salida. Dejen que podamos opinar, déjennos gestionar nuestros negocios porque somos los primeros que queremos salir adelante. Y si lo hacemos nosotros lo harán nuestras familias y nuestros equipos de trabajo. Solo así, de la mano todos juntos podremos salir adelante, porque hasta ahora lo de Saldremos Unidos cada día me parece mas una ficción que una realidad, y me niego a creer sin luchar, que esto sea así hasta el final. Bueno, perdonen esta larga parrafada y si les apetece, “Nos vemos en nuestros Bares y Restaurantes”, de la manera que nos veíamos, y si no, que articulen los mecanismos que nos permitan realizar nuestro trabajo, aunque sea de otra manera, para poder seguir viéndonos.