Café Society
tiene una fotografía color sepia, su banda sonora es jazz y su espíritu se parece a lo mejor de Woody Allen y a lo que más nos gusta de su cine: la belleza estética de los planos, los enredos de los que solo el espectador es cómplice y un protagonista atormentado que tartamudea un guión inteligente y mimado. Una película triste con mucho sentido del humor, escrita y dirigida por Allen y que no falta en ningún tramo el respeto al espectador.
Transcurre en el Los Ángeles de los años 30, cuando un joven neoyorquino, Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg), decide viajar a Los Ángeles para trabajar con su tío (Steve Carrell), que ha triunfado en Hollywood como agente y productor. Bobby comenzará a entender la industria del cine y la superficialidad de ese mundo de estrellas y mansiones, no sin caer rendido a los pies de la secretaria de su tío, Vonnie (Kristen Stewart), quien guarda un secreto demasiado pesado en su corazón.
Como una actriz de los años 30
Hasta ahora pasaban inadvertidos los poderosos esfuerzos de Kristen Stewart para desprenderse de su pasado adolescente en el que interpretaba películas de vampiros. Poco a poco intenta encontrar su hueco, ahora en serio, en el cine eterno.
Woody en esto le ha echado una mano y le ha puesto la luz adecuada y el guión preciso para que dé en cámara como una diva de la gran pantalla de los años 30, de esas que no les hacía falta ni parpadear para llenarlo todo. Puede que Allen se haya propuesto el rescate de actrices de pasado adolescente complicado, pues también estrenará este año para Amazon Video la serie Crisis in Six Scenes interpretada por Miley Cyrus Hanna Montana.
En Café Society también brilla con luz propia en este sentido Steve Carrell que en esta ocasión abandona la comedia para sufrir las torturas propias de un personaje masculino de Woody Allen.
La etapa sepia del genio neoyorquino
Aunque lo tentador es pensar que no levanta cabeza desde Match Point (2005), lo cierto es que en ese vaivén de aciertos y fracasos que se han sucedido en los últimos años como olas del mar, no podría decir que esta etapa de Woody me haya decepcionado: Si la cosa funciona (2009), Media noche en París (2011) o Blue Jasmine (2013) son ejemplos de un universo que por ahora nos guste o no, solo sabe crear Allen.