Denuncian la precariedad en la atención a la salud mental de niños y jóvenes canarios: “Faltan camas y personal”

Hospital Materno Infantil
Las Palmas de Gran Canaria —

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Más de 66.300 pacientes menores de 18 años reciben asistencia en salud mental infantojuvenil de Canarias, en donde es a todas luces insuficiente el número de camas hospitalarias específicas y la lista de espera para una primera consulta llega a los 90 días por falta de recursos humanos.

Estas consideraciones las ha efectuado este lunes la psiquiatra infantil Sabrina González, que es la jefa de servicio del área correspondiente en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, ante la comisión parlamentaria que estudia la situación de la infancia en Canarias.

Sabrina González detalló que la salud mental infantojuvenil es “la hermanita fea de la medicina” y su desarrollo en Canarias ha ido paralelo al de la atención para adultos, “pero de forma preocupantemente más lenta” en cuanto a planes gestores y oferta de recursos.

En 2006 se aprobó el programa de abordaje en este área, que ha propiciado un progresivo desarrollo de la red pero que “aún sigue siendo insuficiente”, precisó la especialista, quien indicó que en 2018 hubo 4.721 nuevos pacientes menores de edad y 57.039 consultas sucesivas.

Diagnósticos más comunes

En cuanto a los diagnósticos y según datos de 2016 la mayor parte se debió a trastornos de conducta y de las emociones al comienzo de la infancia y de menores “oportunistas desafiantes”, donde se asigna a aquellas anomalías que no se sabe exactamente adónde van a progresar.

Le siguen con una pequeña prevalencia los trastornos psicóticos; del ánimo y del humor (neuróticos); de la conducta alimentaria; personalidad; discapacidad intelectual y trastornos del desarrollo.

Al respecto Sabrina González indicó que se han incrementado bastante los casos de trastorno del espectro del autismo porque el diagnóstico es ahora más “exquisito”, y a éstos le siguen los trastornos por ansiedad.

Sólo entre un 4 y un 6 por ciento de los menores atendidos en este área tienen un trastorno mental grave y en concreto en 2016 en el área de salud mental infantojuvenil del Hospital Materno Infantil se habían diagnosticado a 40 pacientes.

El problema es que llegan menores que no han sido tratados incluso dos años después de aparecer la enfermedad, a veces por temor de los padres a que les retiren la custodia, y una patología que lleva este tiempo sin tratar “hace mella en el cerebro”.

Explicó la psiquiatra que la génesis, la vulnerabilidad, se gesta en la etapa de 0 a 6 años pero según los estudios, sólo una quinta parte son correctamente diagnosticados.

Sin embargo, continuó González, en el caso del trastorno mental grave en adultos se sabe que este debutó antes de los 14 años.

Datos sonrojantes

Parte de los factores de riesgo en este ámbito son la pobreza, el fracaso escolar, la falta de referentes y condicionantes sociales y familiares y en situaciones como la exclusión social y el fracaso educativo los datos en Canarias “son para sacar los colores”.

Al respecto, Sabrina González se mostró en contra “del intento de traspasar” a las aulas ordinarias a unos 37.000 alumnos con necesidades especiales pues al contrario, añadió, se deberían crear modalidades educativas específicas y que se adapten a ellos.

Agregó que en el área de salud mental infantojuvenil “nos enfrentamos a nuevos retos” porque hay un caldo de cultivo en el que se genera una vulnerabilidad importante, como la falta de tiempo en familia, el repunte de conductas machistas, el abuso de la tecnología, la facilidad de acceder a tóxicos y la falta de límites “para los niños tiranos sin capacidad de esperar ni de esforzarse”.

Ello resulta en menores que buscan ser famosos en un “reality” y que están “anestesiados frente a la violencia”, apostilló la especialista.

En Canarias “a duras penas hacemos frente al diagnóstico y la intervención, pero llegamos tarde muchas veces, y ni de lejos llegamos a la prevención, algo fundamental en las primeras etapas” de un trastorno mental, advirtió Sabrina González.

A su juicio, es preciso completar la red con equipos multiprofesionales de psiquiatras, psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales con formación específica en este asunto, además de crear dos unidades de hospitalización breve infantojuvenil en las dos provincias.

Apostilló González que se ha previsto que la unidad correspondiente se inaugure en 2022 en la provincia de Las Palmas y al año siguiente en la de Santa Cruz de Tenerife.

Hasta ahora los menores de 14 años se atienden en la planta hospitalaria de pediatría y los mayores de esa edad en la unidad de internamiento breve de salud mental de adultos, lo que no es lo más adecuado para un primer ingreso hospitalario, indicó González.

“El niño no es una pieza de puzzle, es un todo y como tal hay que tratarlo y no puede convertirse en una papa caliente, porque así no vamos a resolver nada”, advirtió la psiquiatra infantil.

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