El cantante Manny Manuel, expulsado del escenario en plena actuación en el Carnaval de Las Palmas
El cantante portorriqueño Manny Manuel, conocido como El rey de corazones, tenía previsto actuar este domingo en el Carnaval de Día de Las Palmas de Gran Canaria, pero tras interpretar un primer tema fue expulsado del escenario.
El aparente estado de embriaguez en el que se encontraba el artista provocó abucheos y gritos entre el público ya que el cantante no era capaz de realizar su actuación.
Ante el espectáculo que se estaba dando en el escenario del parque de Santa Catalina y ante los gritos de “fuera, fuera” por parte del público asistente, Inmaculada Medina (PSOE), concejala del Carnaval del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, tomó el micrófono, detuvo la actuación y explicó a los asistentes que se había procedido a expulsar a Manny Manuel del concierto. “No se puede permitir que nadie venga a reírse de nosotros”, explicó la concejala al público, que seguía silbando y abucheando. “Asumo la responsabilidad y pido disculpas”, ha añadido, antes de apostillar: “En estas condiciones no lo permito. Con dinero público, ¡no!”.
El cantante portorriqueño tenía previsto actuar en Tenerife el Lunes de Carnaval en Santa Cruz de Tenerife, así como en el Carnaval del Puerto de la Cruz. Ambas actuaciones fueron canceladas en las hora siguientes a estos incidentes en el Carnaval de la capital grancanaria.
Inmediatamente, las redes sociales se llenaron de mensajes y vídeos del momento.
Poco después, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria hizo público un comunicado en el que lamentó profundamente lo ocurrido y pidió disculpas a los asistentes. “El comportamiento del artista no se ha correspondido en absoluto con las expectativas generadas por su fama, algo que, a buen seguro, también habrá decepcionado a los numerosos fans que esperaban su actuación en la ciudad”, afirma. “El cantante, demostrando una nula profesionalidad, ha sido incapaz de ofrecer en condiciones más allá de una canción. La concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, ante la evidente situación que se estaba viviendo sobre el escenario, procedió a ordenar el desalojo del artista: la organización entendió que lo sucedido no era digno ni para el público asistente ni para el desarrollo de un Carnaval como el de Las Palmas de Gran Canaria”, concluye.