MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Activistas de Greenpeace se han colgado de la sede de la empresa petrolera British Petroleum (BP) en Alcobendas (Madrid) para sustituir su logo por otro “teñido de petróleo” para denunciar la “irresponsabilidad de esta empresa y del sector petrolero en general, así como para exigir un cambio de modelo energético que acabe con la dependencia del petróleo.
Así, señalan que el nuevo logo marrón y negro sustituye al verde y amarillo de BP al considerar que es “más acorde a su verdadera política ambiental”, en alusión al crudo que la plataforma Deepwater Horizon está vertiendo en el golfo de México.
Para esta acción, varios escaladores han desplegado el nuevo logotipo en una de las fachadas del edificio donde la empresa tiene sus oficinas, con el lema 'Basta de Petróleo', mientras otro grupo de activistas de la ONG sujetaban pancartas con el mismo mensaje frente a la entrada principal del edificio.
Greenpeace denuncia que a pesar de la imagen verde que quiere transmitir la petrolera británica, ésta demuestra su “irresponsabilidad” en uno “de los peores vertidos” de petróleo al mar de la historia, sino que no parece que vaya a revisar su política para que hechos así no vuelvan a suceder.
“BP , al igual que el resto del sector, sigue apostando de forma decidida por mantener la dependencia que tiene nuestra sociedad del petróleo, aunque para ello exponga al medio ambiente a situaciones cada vez más peligrosas”, critica el responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, Julio Barea.
Asimismo, la ONG pide al Gobierno español que aprenda la lección del vertido del Golfo de México y del Prestige y que, en consecuencia, elimine toda subvención a los combustibles fósiles y garantice un marco seguro para las inversiones en ahorro, eficiencia y renovables.
“Las subvenciones que los gobiernos conceden a las petroleras acaban financiando el cambio climático y los desastres ecológicos. Detrás de cada pozo petrolífero, de cada barco que transporte crudo, puede haber otro Deepwater Horizon u otro Prestige. Necesitamos una revolución energética que nos libere de la dependencia del petróleo”, reclama la responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace, Sara Pizzinato.
Para evitar catástrofes similares en España, Greenpeace propone que las petroleras dejen de perseguir “las últimas gotas de petróleo” en el mundo; que abandonen los recursos petrolíferos no convencionales en el Ártico; que el gobierno apruebe una moratoria a las prospecciones para nuevos pozos de petróleo en España y para las plataformas operativas; que se pongan fin a los subsidios a los combustibles fósiles, y que no gaste dinero de los impuestos en la financiación de los desastres provocados por el petróleo, incluido el cambio climático.