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Los alquileres en las dos capitales canarias son un 70% más caros que la nueva referencia del Gobierno

Imagen de archivo de viviendas en Canarias

Toni Ferrera

29 de febrero de 2024 22:32 h

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Calle Néstor de la Torre, en la Ciudad Baja de Las Palmas de Gran Canaria. El arrendamiento de un piso de poco más de 50 metros cuadrados (m2) aquí debería costar en torno a 562 euros, según el nuevo sistema estatal de referencia de precios del alquiler anunciado por el Gobierno estatal. En la misma avenida, el portal inmobiliario Idealista ha publicado esta semana el anuncio de una casa de similar tamaño por 900 euros al mes. La diferencia entre una cifra y otra es del 60%. Ocurre lo mismo en otros 19 inmuebles analizados por Canarias Ahora en las dos grandes capitales del Archipiélago: Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.

El Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda estima costes siempre por debajo de los establecidos en los diferentes portales inmobiliarios. Tiene lógica. El Gobierno de España lo ha creado precisamente para fijar importes máximos de arrendamiento en las zonas declaradas por las comunidades autónomas de mercado residencial tensionado, los únicos lugares donde la Ley por el Derecho a la Vivienda prevé la regulación de los precios.

En estas demarcaciones, que pueden ir desde lo más micro hasta lo más macro, es decir, desde un distrito censal a un municipio, los inquilinos destinan como mínimo un 30% de sus ingresos al alquiler más los suministros básicos, como el agua y la luz. La Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entienden que superar ese porcentaje supone un “sobreesfuerzo” a las familias para llegar a fin de mes sin dificultades. De ahí que la Ley de Vivienda del Ejecutivo nacional lo utilice como límite para la declaración de zonas tensionadas.

El índice acordado por el Ministerio de Vivienda busca eso: abaratar el coste del alquiler a partir de un sistema que determina un importe mínimo y otro máximo. En Santa Cruz de Tenerife, por ejemplo, Idealista ha anunciado un piso en la calle Doctor Pisoca Fernández que cuesta 850 euros al mes. De acuerdo con el nuevo censo estatal, ese mismo piso debería estar valorado entre 400 y 618 euros. El casero podría acogerse a la cifra más alta. Pero incluso esa es inferior al precio actual.

Los 20 pisos analizados por este periódico, diez en la capital grancanaria y otros tantos en la tinerfeña, ilustran que los alquileres en las dos capitales provinciales de las Islas son un 70% más caro de media que la nueva referencia del Ministerio de Vivienda. En Las Palmas de Gran Canaria el porcentaje alcanza el 73%; en Santa Cruz de Tenerife, el 66,4%. En dos casos, además, la diferencia de precios supera el 100%, más del doble. Tan solo en uno la variación es de menos del 25%. La veintena de anuncios elegidos son los de mayor “relevancia”, según el portal Idealista, en cada ciudad. Han sido excluidos aquellos en los que no quedaba especificado el número del edificio o calle.

Los datos demuestran que los propietarios de viviendas en alquiler en Canarias, la mayoría desconocidos, han inflado los costes por encima de las posibilidades de muchos inquilinos. El Ministerio ha detallado que para la elaboración del índice ha utilizado los precios de arrendamiento que tiene la Agencia Tributaria de las últimas declaraciones de la renta presentadas por hasta dos millones de personas (88.100 solo en Canarias). Otras fuentes para confeccionarlo son el catastro, el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Banco de España, el Colegio de Registrados y expertos en la materia.

En el caso de que un municipio logre la declaración de zona tensionada (en Canarias no lo ha solicitado ninguno), el sistema permite imponer precios máximos por dos vías: por un lado, cuando la vivienda no haya estado arrendada en los últimos cinco años; y, por otro, cuando el propietario del piso tenga más de diez inmuebles (un gran tenedor), el valor máximo del arrendamiento será el del último contrato firmado o el que fije el índice de referencia si es inferior. Para las casas que ya están alquiladas, si hay que renovar el contrato o hacer uno nuevo, el importe máximo de este último será el precio del anterior.

En el Archipiélago, hablar de alquileres es hacerlo de un régimen de tenencia de la vivienda que ha pasado de compartir el 21,6% de los hogares canarios en 2004 a hacerlo el 30,9% en 2022, según la última Encuesta de Ingresos y Condiciones de Vida de los Hogares Canarios (EICVHC), publicada este mismo año. Es una modalidad de acceso a un inmueble que ha aumentado en las Islas tras sendas crisis financiera y sanitaria. Y con el incremento de la demanda y la escasa oferta, los precios han marcado nuevos hitos anualmente. En las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, el valor mediano de un alquiler en 2015 era de 400 euros; ahora lo es de 500, según el índice del Ministerio. Es una subida del 25%. En municipios como Puerto del Rosario (49,6%), La Oliva (40,5%), Arrecife (31,4%) o Mogán (29,4%), los aumentos son aún más notorios.



Que haya crecido de esta manera el coste de arrendar una vivienda provoca que al menos el 8,9% de los hogares canarios destine un 30% de sus ingresos o más al alquiler, según un análisis de elDiario.es con datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV). Con cifras del año pasado, esa circunstancia acontece en al menos diez municipios de las Islas: La Oliva, Antigua, San Bartolomé de Tirajana, Mogán, Arico, Granadilla de Abona, San Miguel, Arona, Adeje y Puerto de la Cruz. Todos son turísticos.

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