La Consejería de Obras Públicas e Infraestructuras del Cabildo de Gran Canaria pidió a primera hora de la tarde de este miércoles disculpas a los ciudadanos que se vieron afectados por las retenciones ocasionadas en la entrada norte a la ciudad de los túneles de Julio Luengo.
La institución informó de que el incidente, ocurrido poco antes de las 9.00 de la mañana, estuvo provocado por la rotura de una tubería de gran caudal y gran presión que ocasionó el desprendimiento de tierra y piedras que fueron arrastradas hasta la entrada del túnel, por lo que tuvo que cortarse la circulación en la GC-2 y el ramal del Hospital Doctor Negrín.
Tal y como explicó la corporación insular a través de un comunicado, una pala excavadora, de una obra que lleva a cabo el Cabildo de Gran Canaria con objeto de mejorar los taludes de la boca norte de entrada a los túneles, “ya que están en una situación de inestabilidad en la que se han producido desprendimientos localizados”, fue la que originó la rotura de la tubería.
Inmediatamente se realizó una llamada a Emalsa, propietaria de la tubería, para que procediera a su corte y además se dio aviso a los servicios de mantenimiento de vías de la institución insular para proceder a la limpieza, una vez que la tubería se vació, informa el servicio de conservación de carreteras del área metropolitana, del que dependen los túneles.
La vía quedó despejada sobre las 12.00 del mediodía, hora en la que quedó restablecido el tráfico.
Asimismo, en el comunicado, el Cabildo señaló que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria estaba avisado del comienzo de la obra que se lleva a cabo para mejorar los taludes de entrada a los túneles.
Saavedra evita la polémica
Por su parte, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, explicó este miércoles que la situación de los túneles de Julio Luengo está normalizada y pese a las preguntas evitó entrar en polémica con el Cabildo grancanario, que está detrás de las obras que causaron la rotura de la tubería de abastecimiento que inundó los túneles.
Saavedra defendió que “se trató de un accidente fortuito”, a la vez que no se pronunció sobre si la institución insular tenía o no autorización para realizar las obras, ya que consideró que “la necesidad justifica que una acción se adelante ciertos pasos burocráticos. No seamos más papistas que el Papa”, puntualizó.
Para el alcalde las obras que el Cabildo realiza en la zona son “cruciales”, porque se trata de reforzar la ladera que está encima de Julio Luengo, en la zona de la autovía de la circunvalación. “Lo importante es que se arregle de una vez la inseguridad que existe en ciertas zonas”, aseguró Saavedra, “lamentablemente, por un error, las venas y arterias de la ciudad han resultado heridas, pero ya se ha subsanado”, subrayó, y espera que la próxima vez, tengan más cuidado.
A las 17.00 horas la empresa de aguas Emalsa estableció el servicio, aunque “los particulares no tendrán problemas de abastecimiento en ningún momento, porque el depósito estaba lleno”, concluyó.