Los cables desnudos de un poste de luz roto provocaron llamas de veinte metros

Gumersindo, un vecino del barrio de Macayo, en el municipio gomero de Vallehermoso, dijo a Efe que vio cómo un poste de la luz “que llevaba tiempo roto” y cuyos cables desnudos meneados por el viento rozaban una palmera, provocaron que “en un minuto” las llamas alcanzaran más de veinte metros de altura.

El fuego que se inició en La Gomera y el martes se dio por controlado, se inició con un foco en el municipio de Hermigua, por el que ha sido detenido un vecino, y otro en Vallehermoso.

Gumersindo, a quien el incendio calcinó el coche, que tenía aparcado cerca de la vivienda, manifestó que el poste “no estaba enterrado, estaba partido y se meneaba de un lado a otro con el fuerte viento”.

Comentó que tras producirse el “cortocircuito” sólo tuvo tiempo de cerrar la puerta de su casa y correr acompañado de su perro hacia el casco urbano del municipio para poder salvar la vida.

Gumersindo, conocido así por todo el barrio, afirmó que salió corriendo “para abajo y a los 25 minutos ya estaba el fuego en el pueblo”, y se felicitó de que a pesar de que las llamas rodearon su casa ésta no llegara a arder, lo que, en su opinión, fue un milagro.

“Fue tremendo, nunca pensé vivir algo como esto”, destacó, y añadió que espera que tras este suceso los políticos tomen las medidas necesarias para adecuar el barranco que, según asegura, hace mas de 30 años que no se limpia.

“El barranco de Macayo antiguamente lo limpiaban los propietarios de lado a lado, ya que antes las cañas y las pencas se aprovechaban para dar de comer a los animales, por lo que no había tanta basura como hoy”, señaló.

Recordó que este es el incendio más importante que ha padecido el municipio, una circunstancia con la que coincide Ramón, quien relata lo sucedido cuando iba paseando: “Escuché un crujido entre las palmeras y en un segundo se levantó una lengua de fuego que me hizo correr barranco arriba y refugiarme con el resto de vecinos en un bar”.

Ramón declaró que nunca se había visto un fuego tan grande ni rápido como éste, y comentó que ha habido otros pero eran focos que se apagaban en seguida: “Menos mal que el incendio fue de día, porque si es de noche hay una desgracia”.

Los vecinos de Hermigua también vivieron momentos difíciles, pues aseguran que algunos tuvieron que refrescar durante toda la tarde y noche del sábado con mangueras los alrededores de sus casas, al objeto de intentar atajar el fuego y conseguir salvar sus viviendas de las llamas

“Yo tenía mi finquita plantada de papas y de plátanos que se me ha quemado, espero que haya subvenciones y que no tarden mucho”, apunta uno de los ciudadanos de este municipio donde comenzó un fuego que amenazó al Parque Nacional de Garajonay.