Los cuatro parques nacionales de Canarias, El Teide, Garajonay, La Caldera de Taburiente y Timanfaya, reúnen 8.175 especies, de las que 1.703 son endémicas de las Islas y de la Macaronesia, lo que los convierten en un espacio natural único en el mundo.
La mitad del territorio del Archipiélago está protegido y los grandes valores ambientales de Canarias, entre los que destacan el gran número de endemismos que alberga, la sitúan en el “podio europeo de la biodiversidad”, según asegura el Gobierno de Canarias en un comunicado.
Esta singularidad se ve reflejada en las 146 áreas que conforman la Red Canaria de Espacios Naturales, incluyendo los cuatro Parques Nacionales, que en su conjunto constituyen aproximadamente el 40% de la superficie del Archipiélago.
La gestión de Garajonay, Timanfaya El Teide y La Caldera de Taburiente pasó de manos del Estado a Canarias hace seis meses, un traspaso que se ha realizado de forma “eficiente y con todas las garantías”, subraya el consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel.
El consejero autonómico destacó que se trabaja en constitución de una agencia, en la que “las corporaciones insulares podrán participar de forma activa con el objeto de alcanzar la armonización en las tareas de conservación y la unidad de criterios”.
Asimismo, Domingo Berriel señaló que el alto número de personas que acuden al Teide, La Caldera de Taburiente, Garajonay y Timanfaya demuestra que estos espacios son un recurso turístico estratégico y económico para las Islas, “aunque siempre anteponiendo la protección de los mismos”.
Conservación y recuperación
La conservación y recuperación de muchas de las especies endémicas que albergan es una tarea que realizan los parques nacionales, a través de programas específicos para cada una de ellas.
Estos proyectos han permitido el rescate por parte del personal de La Caldera de Taburiente de la Genista benehoavensis, conocida popularmente como retamón, que de diez plantas contabilizadas en 1998, en la actualidad se cuenta con más de 7.000, así como de la Bencomia exstipulata, que de 20 unidades localizadas en 1993 se ha pasado a contabilizar cerca de 6.000.
En el Parque Nacional de La Palma, que se caracteriza por ser un enorme circo de ocho kilómetros de diámetro con aspecto de caldera, se han desarrollado ecosistemas de pinar canario con una gran variedad de especies vegetales y animales, que incluyen una gran tasa de endemismos de las Islas.
Así, entre la flora de La Caldera de Taburiente se contabilizan 284 especies de hongos, de los que 42 se detectaron por primera vez en Canarias y 103 en La Palma; 272 especies de líquenes y 168 briófitos.
El Teide, el mayor y más antiguo de los parques nacionales canarios, cuenta con un extraordinario paisaje que lo convierten en uno de los monumentos geológicos más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un singular conjunto de colores y formas.
Destaca su gran riqueza biológica por el alto porcentaje de especies vegetales endémicas y fauna invertebrada.
Este lugar natural cuenta con 1.719 especies, de las que 631 son plantas y 1.088 animales. De todas ellas, 602 son endémicas de Canarias (58 vegetales y 544 animales).
También en este espacio natural se realizan campañas de control y erradicación de especies vegetales introducidas (13) y de animales (6), que representan una amenaza para el ecosistema del Parque Nacional, como el conejo, muflón y gatos asilvestrados.