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La Marea Blanca saca a la calle la imagen censurada sobre el “negocio” de la Medicina Nuclear en Gran Canaria

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

De la valla censurada a la cabecera de la concentración. La imagen retirada la pasada semana, por presiones del Gobierno, de un soporte publicitario contratado por la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias en las inmediaciones del Hospital Insular de Gran Canaria con el propósito de denunciar “el negocio” de la Medicina Nuclear en la isla ha presidido el acto convocado este lunes en la capital por la Marea Blanca en protesta contra la “mercantilización” de la sanidad y las “largas listas de espera” en el Archipiélago.

Entre 300 y 400 personas, según cifras proporcionadas por la propia organización, se han concentrado en la plaza de Stagno de Las Palmas de Gran Canaria, en la zona de Triana, en el marco de una jornada reivindicativa en todo el territorio nacional con motivo de la celebración, este 10 de diciembre, del 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que tiene entre sus objetivos “garantizar a las personas una existencia sana, promover el bienestar y la seguridad”, como recordó Xili Delgado, una de las portavoces de la Marea Blanca de Gran Canaria, en el manifiesto leído en el acto.

Además de la pancarta que presidía la concentración, los representantes de este movimiento han repartido un millar de pegatinas con la imagen censurada. En ella se puede leer la inscripción “No al negocio de la Medicina Nuclear” junto a las fotografías del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el consejero de Sanidad, José Manuel Baltar. Esta último se ha situado en el ojo del huracán desde su nombramiento, en enero de 2017, por su procedencia del sector privado, en concreto del grupo hospitalario San Roque, precisamente el que gestiona el servicio de Medicina Nuclear dentro del Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, un caso único en todo el ámbito nacional.

La Marea Blanca ha aprovechado la concentración para recaudar firmas y fondos para la campaña de financiación colectiva -crowfunding- con la que pretende costear tanto las acciones judiciales que tiene previsto emprender contra la “ola privatizadora” de la sanidad canaria como determinadas acciones de “divulgación y sensibilización”.

El concurso para la hospitalización de media y larga estancia, por 220 millones de euros para los próximos cuatro años, el proyecto para mantener privatizado el servicio de Medicina Nuclear del Hospital Doctor Negrín, la apertura y derivación de las urgencias pediátricas hacia la Clínica San Roque de Meloneras, en el sur de Gran Canaria, la carencia de hospitales comarcales o la “persistencia de las listas de espera más dilatadas” de todo el Estado son algunas de las actuaciones que aspiran a frenar al considerar que se trata de “atentados” contra la sanidad pública.

Al acto de este lunes asistió además un grupo de pacientes con citaciones para acudir al especialista a finales de 2019. Tal y como recordó la portavoz de la Marea Blanca en el manifiesto, en la actualidad son cerca de 125.000 las personas que engrosan las listas de espera de especialidades en el Archipiélago y más de 27.000 las que aguardan a ser intervenidas quirúrgicamente. Según los datos publicados por el Gobierno regional, Canarias es la comunidad autónoma con mayor demora para cirugía, con 146 días de espera frente a los 50 del País Vasco.

“Las listas de la desesperación son algo más que números, son personas que pueden ver agravada su enfermedad. Por ello, decimos que las listas de espera matan”, ha asegurado Delgado, que sostiene que son, además, “una oportunidad de negocio para los seguros privados cuando la población ve en ellos la opción de adelantar alguna prueba”. “La lista de espera discrimina a los más vulnerables aumentando la privatización del sistema”, ha añadido.

La portavoz de la Marea Blanca ha aludido al informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa Pública que concluye que Canarias es una de las comunidades “más privatizadas” del Estado y, “a pesar de ello o precisamente por ello, la de mayores listas de espera y demora en la atención, superando lo sanitaria y socialmente tolerable”.

Delgado ha defendido una sanidad “pública y equitativa” en unas islas donde “los indicadores socioeconómicos de mayor desigualdad conviven con los peores indicadores de salud” en enfermedades de riesgo cardiovascular o en mortalidad por diabetes, entre otros. También apuesta por una sanidad “gratuita y universal”, porque “no preguntaremos cuál es su seguro o cuánto dinero lleva en los bolsillos para atenderle en urgencias o consultas” y “de calidad”, con mejoras en las ratios y más tiempo de “atención digna”.

“Seguiremos trabajando por una gestión y provisión pública porque aumenta en eficiencia y pone los recursos económicos al servicio de las poblaciones y no de los especuladores y lobbies sanitarios. No permitamos que nuestra salud sea su negocio”, ha concluido la portavoz de la Marea Blanca.