El consejero de Sanidad se rebela contra Hacienda y se niega a aplicar más recortes

El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera.

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera (PSOE), ha asegurado este lunes que su departamento no aplicará el recorte extra que le ha pedido su homóloga en Hacienda, Rosa Dávila (CC), para el último trimestre del año. “Se nos pidió un ajuste mayor, pero no lo vamos a hacer, hasta ahí podíamos llegar”, ha afirmado tajante el socialista, que ha cifrado en 200 millones de euros el desvío presupuestario estimado para este ejercicio en el Servicio Canario de Salud (SCS) y en diez millones el ahorro máximo que se puede lograr en los centros durante estos meses, según los técnicos.

“Me niego en rotundo a cerrar el Hospital del Norte (de Tenerife), el Hospital del Sur, a quitar los fármacos de la hepatitis y a cerrar lo que se ha abierto en Fuerteventura”, ha advertido el consejero en una entrevista en Cope Canarias en la que también ha lamentado que se pretenda “poner el sistema sanitario canario donde estaba en 2013”. La consejera de Hacienda exigió este fin de semana a Morera que utilizara el dinero “con el máximo rigor”. “Todo lo que hago, lo hago con el máximo rigor. Tengo la impresión de que entienden mejor los ciudadanos que muchos políticos. Seguiré haciendo pedagogía”, ha contestado visiblemente molesto el consejero de Sanidad.

Morera ha insistido en que el ajuste para el último cuatrimestre estará centrado en los programas especiales y que incrementará los tiempos de espera para las intervenciones quirúrgicas, pero que no afectará ni a las urgencias ni a los servicios programados. El consejero ha recordado que los desvíos presupuestarios se dan todos los años en Sanidad por las características peculiares de la actividad: “Cuando se abre el presupuesto, a lo mejor hay para comprar 2.000 prótesis de cadera y se compran 2.000 prótesis. Si aparece el enfermo 2.001 o 2.100, tenemos que tratarlos”.

El consejero ha querido romper una lanza en favor de los gerentes de las áreas de salud, a los que se les ha señalado como responsables del desvío presupuestario. “Sólo faltaría que no se pudiesen salir del presupuesto cuando hay cuestiones asistenciales fundamentales. En Sanidad no se puede dejar pendiente a un enfermo en la UCI porque la enfermera haya cogido una gripe”, ha remarcado Morera, que ha dejado claro que los recortes en materia de personal sólo afectarán a los programas especiales, como el de contingencia de la lista de espera, de manera que no se renovará a los profesionales contratados para realizar las pruebas e intervenciones de tarde.

“Los gerentes no han tenido la culpa de esto”, ha asegurado Morera, que ha subrayado que cuestiones como el aumento de los días libres o los fármacos contra la hepatitis C no se llevaron a presupuesto. “No se les puede pedir que tomen decisiones en contra de la asistencia y adecuada calidad en la atención a los pacientes”, ha aseverado el consejero. Entre el capítulo 1 y 2 del presupuesto del Servicio Canario de Salud, el déficit previsto hasta final de año es de 142 millones de euros, una cantidad que podría aumentar hasta los 200 si se suman las desviaciones en la receta farmacéutica y en las derivaciones hacia las clínicas privadas.

Morera no ha querido cuantificar el ahorro que produciría en las arcas regionales la compra centralizada de medicamentos, pero ha asegurado que su departamento ya está trabajando en esa línea con la dificultad de que, debido a las restricciones estatales en las tasas de reposición, “faltan funcionarios para montar los expedientes”.

El consejero también ha advertido de que el cierre anticipado del presupuesto tendría consecuencias aún más negativas para Sanidad, puesto que cualquier gasto tendría que pasar por Hacienda, que sería la que tendría la capacidad de decisión. “De todos modos, eso está aún por discutirse”.

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