El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ingresa 235.000 euros a sus bomberos por su gran labor en la erupción de La Palma

El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ha ingresado 235.400 euros en concepto de gratificación al centenar de bomberos, cabos y mandos que se trasladaron a La Palma en distintas remesas durante cuatro meses para afrontar la emergencia que produjo la erupción del volcán, con un total de 13.500 horas de trabajo realizadas.

El objetivo de este pago en nómina es reconocer el enorme esfuerzo que realizó el personal del Consorcio, que se trasladó de manera voluntaria y sin remuneraciones contempladas fuera de la isla. Los responsables del Consorcio de Emergencias consideraron que la gran labor realizada debía ser igualmente gratificada. “Fueron sin ningún tipo de acuerdo de contraprestación, de una manera absolutamente voluntaria, pero la Dirección del Consorcio ha considerado que es justo y razonable que tengan una compensación por el excelente trabajo que hicieron”, subraya el presidente, Pedro Justo Brito.

“Polivalente y versátil” por la variedad de situaciones que se iban a producir, el operativo de respuesta a la erupción del Consorcio estaba diseñado desde días antes de que se produjera, de modo que a las dos horas de explosionar el volcán ya estaba preparado el primer tren de salida compuesto por 18 bomberos, cabos y mandos, además de dos autobombas, un vehículo de rescate semipesado, uno de logística, otro de puesto de mando y dos de mando. De esta manera fueron, junto a la UME, el primer servicio en llegar a La Palma aquella misma madrugada y en permanecer los 104 días que duró la emergencia.

Aquel 19 de septiembre comenzó un carrusel de relevos entre 109 bomberos, cabos y mandos que se prolongó hasta enero, meses en los que fueron el único servicio que pernoctó durante semanas en la zona de la erupción y en el pabellón deportivo, para mantener la capacidad de respuesta las 24 horas.

Los Bomberos de Gran Canaria tendieron incendios, controlaron el interior de la zona de exclusión, descargaron y aseguraron techos de viviendas colmados de cenizas, aseguraron gasolineras, depósitos de gases y otras infraestructuras críticas, acompañaron a los afectados para la retirada de enseres en la zona de exclusión, rescataron de estas áreas animales de ganadería y mascotas, y ejecutaron un sinfín de acciones que el Consorcio considera que debían ser gratificadas.