Desarticuladas en Canarias dos redes de narcotráfico

La Guardia Civil, en el transcurso de las operaciones Salto Sur y Posada, desarrolladas en las Islas Canarias, Pontevedra y Huelva, ha detenido a 16 personas, ocho de ellas españolas, junto a siete marroquíes y un italiano, como supuestos integrantes de dos redes dedicadas a abastecer a las Islas de hachís y cocaína.

En total, en la operación Posada se han intervenido 1.400 kilos de hachís, cuatro de cocaína, 5.000 euros y siete vehículos, además de bloquear productos bancarios e inmuebles por valor de 1,5 millones de euros. Asimismo, en el otro dispositivo, la Guardia Civil se incautó de 17 fardos de hachís, con un peso total de 500 kilos, una embarcación y dos vehículos.

Según expone la Benemérita en un comunicado, la operación Salto Sur, iniciada en julio de 2011, ha permitido la detención de nueve personas, integrantes todos ellos de una red dedicada al tráfico de estupefacientes entre Marruecos y Canarias.

Tras las investigaciones, se descubrió que esta organización marroquí adquirió una lancha neumática que puso a disposición de un español residente en Tenerife para que se hiciera a la mar cuando los narcos marroquíes se lo solicitaran. Por medio de este sistema, la red trasladaba el hachís desde las costas de África hasta un punto en alta mar, donde debía reunirse con el ciudadano español que recibía la droga para trasladarla en un doble fondo de su embarcación a la costa de Tenerife.

A mediados de octubre, los narcotraficantes contactaron con el español y le ordenaron que se dirigiese hasta unas determinadas coordenadas, donde recibiría una importante cantidad de hachís. Sin embargo, debido a la descoordinación entre los miembros de la red, el encuentro no llegó a producirse en el lugar acordado, por lo que, tras permanecer las personas que trasladaban la droga varios días en alta mar, decidieron aproximarse a la costa suroeste de Tenerife para llevar a cabo su alijo.

En el momento en que se producía la descarga, los delincuentes se vieron sorprendidas por los agentes de la Guardia Civil, que les tenían sometidos a vigilancia. Los ahora arrestados emprendieron la huida y abandonaron 17 fardos de hachís, con un peso total de 500 kilos, una embarcación y dos vehículos.

En total, dos marroquíes que habían trasladado la droga hasta la costa, otros dos de la misma nacionalidad que eran empleados como porteadores y un italiano, cuya misión era la de vigilar y alertar de una posible presencia policial, fueron localizados ocultos entre las rocas en el barranco de Erques. Posteriormente, en Tenerife se detuvo a otros tres marroquíes y un español.

En un camión

Con respecto a la operación Posada, La Guardia Civil expone que la misma se inició en el mes de diciembre de 2010, tras localizar un camión en el Puerto de las Américas que portaba en el interior 1.400 kilos de hachís.

El jefe del grupo, residente en la Isla de La Palma, mantenía supuestamente una relación paralela con dos organizaciones de narcotraficantes. Por un lado se relacionaba con un grupo gallego que le suministraba cocaína y, por otro, con una organización marroquí que le proveía del hachís.

Para el traslado de la cocaína hasta Canarias la organización se valía de un empleado de una empresa naviera de pasajeros, que realizaba frecuentes viajes entre la Península y las Islas Canarias. Durante los mismos, este empleado distribuía pequeñas partidas de cocaína, de un kilo cada una, que llevaba ocultas en paquetes de regalo a otros miembros de la red que le esperaban en los puertos de atraque.

Por otro lado, para la introducción del hachís procedente de Marruecos en las Islas, la red había creado una empresa ficticia de organización de eventos musicales. Simulando actuaciones en las distintas Islas, la organización aprovechaba el traslado de equipos de música y sonido para introducir en su interior grandes partidas de hachís.

Detenciones

En la fase de explotación de la operación Posada se ha detenido a un total de siete personas (dos en Galicia, tres en Las Palmas, una en la Palma y una en Huelva), además de practicarse seis registros domiciliarios en Pontevedra (Sanxenxo y Pontevedra), Vecindario (Gran Canaria) y en Santa Cruz de la Palma (La Palma).

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en la Comandancia de Tenerife, apoyado por el Grupo de Reserva y Seguridad y otras unidades del Cuerpo de las zonas de actuación.