La diputada de Nueva Canarias (NC) en el Parlamento autonómico, Carmen Hernández, ha calificado de “muy preocupante” el que la exclusión social se haya duplicado en los últimos cuatro años en Canarias, pasando del 3% en 2007 al 6% en el presente año. Un dato que, según ha recordado, ha reconocido la consejera de Política Social del Gobierno regional.
Hernández señala que “se han agregado nuevos perfiles a las personas que están en riesgo de pobreza y exclusión social”. Motivo por el que aumentan y se diversifican las demandas y la necesidad de una mayor cobertura social, sin embargo añade que “se intensifica también el discurso dominante de austeridad en el gasto, que se traduce en fuertes recortes que están afectando especialmente a los servicios públicos y a las políticas sociales”. “Todo ello lleva a pensar que 2012 va a ser un año dramático”, advierte.
En opinión de la diputada nacionalista, los datos aportados por diversos estudios e indicadores sobre desempleo y pobreza demuestran que las medidas y estrategias que se han puesto en marcha en los últimos años “no han logrado detener esta realidad ni disminuir su avance, por lo que hay que repensar las actuales políticas sociales”.
Indica que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2011, sitúan la tasa de desempleo en Canarias en un 30,93%. Casi 278.900 canarios que pueden y quieren trabajar, no encuentran empleo y de estos 104.029 no reciben ningún tipo de prestación.
“Familias desesperadas”
“Lo más grave es que estas cifras son familias que están viviendo situaciones desesperantes y cercanas a la pobreza”, señala Hernández, que considera que en Canarias existen factores estructurales, previos a la crisis económica y que se suman a sus “efectos devastadores” y que “hacen que el Archipiélago se convierta en un territorio que favorece las situaciones de exclusión social para las personas con mayor vulnerabilidad”.
Además, denuncia el sistema educativo canario “que no compensa eficazmente las desigualdades”, el alto absentismo escolar, un mercado laboral con altas tasas de desempleo y poca cualificación, los grandes niveles de desigualdad en las rentas, además de “un modelo en el que ha primado el crecimiento sobre el desarrollo y la cohesión social”.
“No podemos perder de vista la necesidad de abordar los problemas estructurales que están en la base misma de las desigualdades”, añade la diputada nacionalista que recuerda que la desigualdad, la pobreza y la exclusión social deterioran la cohesión social y “ponen en cuestión los principios y valores de una sociedad democrática”.