La exposición a sustancias químicas aumenta la sensibilidad al estrés de las generaciones posteriores

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

Investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, y la Universidad Estatal de Washington, han observado una mayor reacción al estrés en los animales cuyos antepasados fueron expuestos a ciertos compuestos. Los hallazgos, publicados en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', tienen amplias implicaciones en la confirmación de que ciertas tendencias de comportamiento puede ser heredadas.

Los investigadores, David Crews de la Universidad de Texas, Michael Skinner de Washington, y sus colaboradores, expusieron ratas hembras gestantes a la vinclozolina, un fungicida (utilizado en frutas y verduras) que afecta a las hormonas.

Posteriormente, los expertos llevaron a cabo una variedad de pruebas de comportamiento en la tercera generación de ratas, y descubrieron que eran más ansiosas, más sensibles al estrés, y experimentaban una mayor actividad en las regiones cerebrales relacionadas con el estrés, que los descendientes de las ratas no expuestas.

“Ahora nos encontramos en la tercera generación humana, desde el comienzo de la revolución química, ya que los humanos han estado expuestos a este tipo de toxinas”, explica Crews. Según Skinner, “hasta ahora desconocíamos que una respuesta al estrés puede ser programada por la exposición de los antepasados ??a ciertas sustancias”.

Los investigadores ya habían demostrado que la exposición a la vinclozolina puede afectar a las generaciones posteriores en cómo los genes se activan y desactivan, un proceso conocido como epigenética. En ese caso, la herencia transgeneracional epigenética alteró la manera en que las ratas elegían a sus parejas.

Ahora, la nueva investigación ha profundizado en el estudio de la epigenética del cerebro y la conducta, que trata por primera vez con retos como el estrés. Además, los científicos han examinado el comportamiento del cerebro desde el nivel molecular, hasta el nivel fisiológico.

Los hallazgos podrían explicar por qué algunas personas padecen síndrome de estrés postraumático, y otras no. “No hay duda de que hemos sido testigos de incrementos reales de trastornos mentales, como el autismo y el trastorno bipolar, posiblemente debido a la exposición medioambiental a ciertos químicos”, afirma Crews.

Los investigadores también observaron diferencias interesantes en el aumento de peso, abriendo la puerta a futuras investigaciones sobre la obesidad.