ARRECIFE (LANZAROTE), 6 (EUROPA PRESS)
Un juez, acompañado del secretario del juzgado, un médico forense y agentes de la policía judicial visitaron a primera hora de este domingo por la noche a la activista saharaui Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote para comprobar 'in situ' su estado de salud, según informaron a Europa Press fuentes de la Plataforma de Apoyo a Haidar.
El objetivo de esta visita, que se produjo sobre las nueve de la noche y se prolongó durante unos 20 minutos, es el de valorar el estado físico y mental tras la huelga de hambre que protagoniza desde hace 21 días.
Asimismo, en el aeropuerto se encuentra una ambulancia medicalizada y efectivos sanitarios enviados por la Delegación del Gobierno en Canarias de manera preventiva por si el deterioro del estado de salud de la activista saharaui empeorara. No obstante, Haidar rechazó la asistencia de estos sanitarios e, incluso, les instó a ir a atender accidentes con heridos, según las mismas fuentes.
TORTURA PSICOLÓGICA POR PARTE DE ESPAÑA
Según explicaron a Europa Press miembros de la Plataforma de Apoyo a Haidar que se encuentran en el aeropuerto, los agentes de la policía judicial echaron de la habitación a las personas que acompañaban a la activista saharaui e impidieron a su abogada estar presente durante el encuentro, algo que molestó a Haidar y que ésta traslado a la delegación que la visitó.
En este sentido, explicaron que el trato fue “indigno” --comparable al recibido por Haidar por parte de la policía marroquí, indicaron-- y denunciaron la “tortura psicológica” por la que el Ejecutivo que, según indicaron, está contribuyendo a deteriorar el ya de por sí “bastante malo” estado de salud de la defensora de los derechos del pueblo saharaui.
Desde la Plataforma se preguntaron si el poder Ejecutivo, representado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está dando órdenes al poder Judicial con el envío de este juez, algo que consideró que sería “inconcebible”.
Por último, hicieron un llamamiento a la población para que deje claro al Gobierno que no se permitirá que se siga “torturando” de esta manera a la activista saharaui.