El cadáver encontrado el pasado día 8 de febrero en el dique de Los Llanos, en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, sobre las 10:15 horas pertenece a un ciudadano sin domicilio conocido que habitaba en el barranco de Santos. Al parecer, la autopsia ha revelado que el cadáver, tenía barro en el interior de sus pulmones.
Esto, unido a que llevaba algunos días fallecido y el hecho de que una vez el cadáver fue sacado del agua por el personal de una embarcación de Salvamento Marítimo, se comprobó que no habían síntomas aparentes de violencia física, parece apuntar que podría tratarse de una víctima de las fuertes riadas caídas sobre la ciudad el pasado 1 de febrero, extremo que aún no se ha confirmado.
El Equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife Sección de Delitos contra las Personas, ha identificado esta mañana la filiación del cadáver, y del cotejo de su huella dactilar resulta ser C.J.M.M. un varón de 41 años de edad y vecino de Santa Cruz de Tenerife.
Los agentes centraron sus investigaciones en la zona del barranco de Santos y por testimonios de vecinos concretaron que el fallecido es una persona que en ocasiones pernoctaba en una cueva en el márgen del barranco y que no tenía domicilio conocido.
A su vez coincidía con ciertos rasgos físicos y amuletos que llevaba en el momento de ser localizado y los datos que se conocen de la autopsía constatan que tenía barro en el interior de sus pulmones.