En Canarias hay al menos 155 deportistas de alto nivel y algunos centros de tecnificación, pero en las Islas no hay ningún Centro de Alto Rendimiento (CAR). Los canarios que se dedican al deporte de élite en el Archipiélago no solo deben hacer frente a las lagunas propias del sector, sino también a las barreras que surgen de ser una región ultraperiférica. ''Hay mucho talento que se va a la Península porque hay mejores instalaciones y mejores condiciones de trabajo“, ha reconocido el director general de Deportes del Gobierno autonómico, Manuel López, en el último capítulo de Informe Trópico emitido este domingo en Televisión Canaria.
La exnadadora sincronizada olímpica Thaïs Henríquez, una vez que abandonó el deporte profesional, estudió Derecho. Esta formación le ha permitido identificar las lagunas que presenta el deporte de élite en cuanto a derechos laborales. “Todo el tiempo que yo estuve nadando es como si hubiera estado sentada viendo la televisión en mi casa porque no he cotizado nada'', cuenta.
Desde su experiencia, una de las principales carencias del sector versa sobre las bajas. ''Si tú llevas cuatro años entrenando y un mes antes de la competición te lesionas, lo pierdes todo. Incluidos los derechos económicos porque no has participado en la competición oficial'', asegura.
Abandonar un sueño
Para los niños y niñas que despuntan en los distintos deportes, llegar a competir de forma profesional es una odisea por haber nacido en las Islas. ''No contamos con las instalaciones, que es lo primero para que los menores puedan triunfar'', cuenta Alberto Hernández, presidente de la Federación Canaria de Atletismo.
Hernández explica que los que practican este deporte en Lanzarote y Fuerteventura, para poder llegar a las instalaciones tienen que recorrer decenas de kilómetros porque solo hay una en cada territorio. ''Eso hace que se abandone la práctica deportiva'', advierte.
En Tenerife sí cuentan con un establecimiento especializado. Las instalaciones incluyen una residencia que permitiría a los deportistas de otras partes del país entrenar allí unos días, pero está ''cerrada a cal y canto''.
Paloma Del Río, una de las periodistas deportivas más reconocidas de España, sostiene que para los deportistas de élite que viven en las Islas es ''aún más difícil'' progresar en su carrera. ''Separarse de su familia es un esfuerzo extra que se les pide y que genera desarraigo'', valora.
Entrenar el cuerpo y la mente
La retirada de la gimnasta estadounidense Simon Biles en los Juegos Olímpicos de Tokio por priorizar su salud mental fue un golpe en la mesa del deporte olímpico. Enhamed Enhamed, exnadador paralímpico y psicólogo deportivo, ha subrayado en Informe Trópico que el deporte de élite nunca ha sido sano ni para la mente ni para el cuerpo. ''Lo importante es tener redes de apoyo que te ayuden. Siempre das el cien por cien porque a veces de tu competición depende la comida de tu familia''.
En la actualidad, la presión psicológica se extiende cada vez más a los menores. ''Hay un elemento del que no se habla: las redes sociales. Muchos de nuestros deportistas publican todos los días fotos y vídeos del entrenamiento y de las competiciones y tienen un reconocimiento cortoplacista y fácil, que son los likes. Es una presión extra'', alerta Enhamed.
La retirada es también uno de los puntos más arriesgados de las carreras deportivas. ''Empiezas a hacer una vida normal, con los mismos recursos que el resto de personas. Ya no hay objetivos ni una vida estructurada. Es muy habitual encontrarse con depresión y ansiedad, por eso hay que preparar la retirada de manera muy cuidadosa'', explica el psicólogo.
El deporte femenino
Las olimpiadas de Barcelona marcaron un antes y un después en el deporte de élite femenino, según Paloma Del Río. Sin embargo, la presencia de mujeres en este ámbito aún no es igual a la de los hombres. ''Siempre hemos tenido que encargarnos de tareas de las que ellos no se ocupan. Por ejemplo, cuando Serena Williams tuvo a su bebé, perdió el ranking'', recuerda la periodista.
La exnadadora Thais Henríquez celebra que la nueva Ley del Deporte en la que se está trabajando dedique un capítulo entero a la igualdad, y aplaude que se hayan eliminado ya las cláusulas antiembarazo. ''Han existido en muchos contratos. Si ibas a ser madre, se rescindía el contrato de trabajo sin que tuvieras derecho a una indemnización''.