El presidente de Mauritania, Ely Ould Mohamed Vall, trasladó este lunes al presidente canario, Adán Martín, su compromiso a mantener activa la lucha contra la salida de cayucos desde sus costas hacia el Archipiélago, hasta el punto de que el mismo presidente mauritano afirmó su pesar por el hecho de que haya habido “miles de muertos” en el intento de alcanzar las costas canarias.
Así lo explicó el presidente canario tras reunirse durante varias horas con Mohamed Vall en Nouakchott, en un encuentro en el que el máximo dirigente mauritano (país que se encuentra a dos meses de unas elecciones presidenciales tras 18 meses de transición desde un golpe de estado en agosto de 2005) en el que la inmigración ocupó parte de la conversación.
Como recordó este mismo lunes el presidente canario, se tiene conocimiento que durante 2006 se recuperaron los cuerpos de 800 personas que se dirigían a Canarias en cayuco, pero se sospecha (también por el número de embarcaciones que se sabe que salieron y no se tiene constancia de su llegada) que la cifra de fallecidos en un año podría superar ampliamente las 3.000 personas.
“Nos alegra mucho el compromiso de seguir luchando contra la inmigración ilegal y de favorecer todo lo regular y legal”, dijo Martín al valorar las palabras sobre el control de la inmigración expresadas por el máximo mandatario mauritano.
Además de la reunión de Martín con el presidente mauritano, el consejero de Presidencia, José Miguel Ruano, abordó también este problema con el ministro del Interior, que le trasladó que en 2006 Mauritania devolvió a sus países de origen a un total de 12.000 personas que buscaban la manera de alcanzar el Archipiélago en cayuco. Ruano explicó también la satisfacción también de las autoridades mauritanas con el establecimiento de las patrulleras mixtas en cooperación con la Guardia Civil.
El presidente canario dejó claro que Mauritania no es un país de donde sus ciudadanos emigren hacia Canarias, sino que por su posición geográfica se ha consolidado como una tierra de paso, no sólo hacia Canarias, sino dentro del continente africano. “Hay que ayudar al desarrollo de Mauritania y ayudar a que puedan mantener regulado el flujo”, dijo Martín, que señaló que el análisis realizado por el presidente mauritano, en la línea de lo que plantea Canarias, es que este es un fenómeno permanente en toda África que hay que ir siguendo en todo momento.