Las personas vacunadas con una primera dosis de AstraZeneca a los que se ha administrado una segunda de Pfizer aumentaron la respuesta inmunitaria frente a la COVID sin que se incrementasen los efectos secundarios conocidos, en su inmensa mayoría leves y moderados.
Así lo ha puesto de manifiesto el estudio CombivacS impulsado por el Instituto de Salud Carlos III cuyos resultados preliminares se están presentando esta mañana y que confirman que mezclar ambas marcas es seguro y eficaz.