Unos 100.000 trabajadores canarios se sienten víctimas del acoso laboral, según la extrapolación a las Islas del barómetro Cisneros, un estudio sobre el maltrato y acoso psicológico en el entorno laboral.
El estudio, realizado para el ámbito nacional, revela que el 13,2% de los trabajadores españoles, más de dos millones de personas, se sienten víctimas de conductas repetitivas y sistemáticas de persecución laboral, lo que también se conoce como mobbing.
El 42% de los trabajadores declara que bien personalmente, bien en su familia, se han dado casos de acoso laboral, según el barómetro Cisneros, presentado este miércoles en rueda de prensa.
El director del estudio, Iñaki Piñuel, consideró muy positiva la reciente inclusión del acoso laboral como delito penal, no porque se vayan a producir muchas condenas, sino sobre todo porque incentivará en las organizaciones a la instauración de protocolos y medidas preventivas.
Más de la mitad de las empresas carecen de protocolos de actuación frente al acoso laboral, y de las que los tienen el 20% no lo aplican.
“La prevención es mejor que la judicialización”, dijo Piñuel, quien afirmó que solamente el 1 por mil de las situaciones de acoso laboral llegan a los tribunales, y de ellas el 50% se resuelve por acuerdo entre las partes antes de llegar a juicio.
Las sentencias suelen ser la mitad estimatorias y la mitad desestimatorias, pero en caso de que no se ganen “no quiere decir que no exista acoso”, precisó la presidenta de la Asociación Canaria de Mobbing (Ascamo), Carlota Pérez.
Piñuel explicó que la penalización de las conductas de acoso laboral son un paso importante que obligará a mandos intermedios que reciben instrucciones de la jerarquía de una organización para tratar a un subordinado con modos que pueden constituir acoso laboral a elegir entre romper “la cadena de mando” o seguir las órdenes y constituirse en cooperador necesario de un delito.
Crisis y desigualdades
El responsable del estudio Cisneros indicó que con la crisis económica las tasas de acoso laboral se han incrementado un 43%, y precisamente el entorno económico obliga a los trabajadores a someterse más a estas prácticas, a “bajar la cabeza” y a estar más indefensos.
Por primera vez, en este estudio se detecta que son más los hombres (15,8%) que las mujeres (10,7%) los que se sienten víctimas del acoso laboral, algo que achacó a la mayor protección que tienen las trabajadoras desde la aprobación de la ley de igualdad de género.
El desequilibrio personal de los acosadores y la envidia y los celos profesionales son los factores que más empujan a este tipo de prácticas.
“Mobing” maternal
En el estudio se aborda por primera vez el “mobbing” maternal, o el acoso laboral que sufren las mujeres embarazadas o que recientemente han sido madres.
El 18% de las trabajadoras que se sienten acosadas laboralmente atribuyen a estas circunstancias de maternidad su situación, lo que supone 75.000 trabajadoras en toda España, o 3.000 en Canarias, según la extrapolación de los resultados de la encuesta.
El 20% de los trabajadores consultados creen que trabajan en un entorno laboral “psicológicamente tóxico” y el 8% “tiene miedo de ir a trabajar” a causa del acoso. El 30% tiene dudas sobre la estabilidad mental de su jefe.