Tras el 'Oleg Naydenov', Canarias sigue sin estar preparada para un vertido de fuel
La plataforma creada por el Grupo de Rescate de Fauna y Apoyo al Voluntariado (GRFAV), que coordina Ezequiel Navío, ha presentado este lunes la memoria de las acciones realizadas para el rescate de fauna y apoyo al voluntariado tras la llegada del fuel a las costas de Gran Canaria por el vertido del pesquero Oleg Naydenov.
En este informe de cerca de 120 páginas se deja constancia de que el grado de eficacia de las decisiones adoptadas para combatir la llegada de fuel al litoral grancanario no correspondió con la eficiencia requerida, además de que la velocidad de las intervenciones no se adecuó a la inmediatez que necesaria para retirar el hidrocarburo llegado. En cuanto a la coordinación del Gobierno de España y el de Canarias con los ayuntamientos afectados tampoco ha sido la apropiada porque se ha obrado sin recibir protocolos precisos hasta transcurrido siete días de la llegada del fuel a las costas y hasta que el GRFAV se reúne con los responsables de los municipios afectados (La Aldea, Mogán y San Bartolomé de Tirajana).
Los hechos constatados durante la presente crisis vienen a demostrar que Canarias “no está preparada” para responder y combatir de manera “rápida, efectiva y coordinada” una marea negra o tóxica que alcance las costas de las Islas, independientemente de su magnitud. Ello en un Archipiélago que es lugar de paso de hasta 1.500 petroleros al año, a pesar de que el Oleg Naydenov no era un barco dedicado al traslado de hidrocarburos.
A esto hay que añadir que la ciudadanía no recibió en tiempo y forma la información básica sobre los efectos del derrame y cómo intervenir ante este, por lo que mucha gente se expuso a los hidrocarburos sin recibir las indicaciones adecuadas y sin conocimientos y equipos de protección necesarios.
El GRFAV también opina que es “imprescindible” efectuar de forma “urgente y detallada” un inventario del litoral afectado por el fuel para elaborar un plan de choque para realizar una limpieza a fondo de las costas. Con todo, creen que el hidrocarburo que alcance el litoral debe ser extraído en el menor tiempo posible sin interrupción hasta haber retirado la máxima cantidad de residuo, mientras que las operaciones de limpieza y el reconocimiento sistemático de las costas afectadas tiene que efectuarse con mayor frecuencia y empleando más personal profesional ya que el esfuerzo realizado ha sido “insuficiente”.
Sobre la retirada de callaos de impregnados de petróleo y trasladados a una planta de procesamiento, para el GRFAV contradice los protocolos de respuesta para la limpieza en estos tipos de literales porque afecta la dinámica biológica y física de los hábitats costeros. Así, recomienda el seguimiento estricto de todas las piedras retiradas para realizar su limpieza en correctas condiciones y posteriormente devolverse a la playa de donde se ha retirado.
Mientras, consideran que los voluntarios (600 en total que se han formado de forma online y con cursos presenciales) han funcionado con “serias deficiencias operativas” al tener que organizar su propia logística de oficina y desplazamientos y adelantar la práctica totalidad de los costes de su bolsillo. Y es que el GRFAV dispone de capacidad de decisión para organizar el sistema de voluntariado pero no para movilizarlo. Tampoco han sido incluido en los gabinetes de crisis, lo que ha obstaculizado el intercambio de información actualizada, no ha podido explicar y justificar numerosas propuestas de relevancia en el centro de toma de decisiones, ni conocer u opinar sobre las operaciones de retirada de fuel en las costas. En el dossier presentado este lunes establecen que deberían poder participar en estas reuniones donde se evalúan y deciden las acciones de respuesta ante una marea negra o una catástrofe ambiental ya que en le actualidad la legislación vigente que regula la composición de los gabinetes excluye a estas entidades sociales.
Unidos Contra el Fuel alerta de que mientras exista presencia de gasóleo en la superficie oceánica, en los fondos marinos o en la lámina de agua próxima a las costas de las Islas, y hasta que la extracción de todo el fuel del pesquero haya sido certificada, la amenaza continuará latente y la capacidad de respuesta debe permanecer viva y “mucho más preparada”.
En la memoria también se plasman varias solicitudes realizadas a las administraciones, ocho para ser concreto, de las cuales la mitad están sin respuesta 20 días después (disponer de un enlace con la administración del Estado para celebrar diariamente una reunión de coordinación, incorporar un portavoz canario para la comunicación pública diaria de la evolución de la crisis, solicitudes para activar voluntarios inscritos y formados para recorrer las costas afectadas y pedir que se proporcione información precisa sobre la localización diaria del vertido, llegada de fuel a las costas y actuaciones de limpieza emprendidas).
Navío ha recordado que en Canarias en los últimos diez años la frecuencia de derrames de hidrocarburos corresponder a uno cada ocho meses y medio y el riesgo está latente como se ha podido constatar en los derrames del Castillo del Romeral y El Cabrón en 2014. De hecho, sostiene que el vertido de este año podría haber sido peor si el pesquero se hubiese hundido al norte del Archipiélago o en otra época del año y las corrientes marinas hubiesen sido en dirección norte.
Con todo esto, el activista entiende que es “imprescindible” consolidar con urgencia un sistema de respuesta altamente cualificado, técnicamente formado y dotado de los recursos materiales y protocolos necesarios para reaccionar ante futuros casos de contaminación aguda en las Islas. Unos sistemas que existen en otros países desde hace décadas y están perfectamente articulados y dotados. Y es que, con esta memoria final la tarea encomendada a Unidos contra el Fuel ha finalizado, y Navío espera que este sistema que se ha articulado sea aprovechado y deje seguir formando los voluntarios, que desde su punto de vista son una “herramienta imprescindible y una fuerza extraordinaria con la que se debe de contar”. Para ello propone que el sistema de voluntariado ya existente sea ensayado con periodicidad.
Por otro lado, lo ideal sería abordar “con urgencia” una evaluación rigurosa sobre los índices de riesgo de derrames de hidrocarburos u otras sustancias al medio marino en Canarias, adoptando las medidas preventivas para reducirlo (puertos refugios, operativos de extinción de incendios, protocolos de reacción ante supuestos accidentes, ensayos periódicos con sistemas de contención y extracción de fuel en el medio acuático y costero, mayor control sobre buques con cargas tóxicas en tránsito por las islas y verificación del grado de cumplimiento de navegación en el marco de la Zona Marítima Especialmente Sensible).
Una herramienta que Unidos contra el Fuel ve imprescindible para hacer frente a los vertidos es activar en Canarias el Programa de vigilancia satelital CleanSeaNet de la Unión Europea, que permite aumentar la probabilidad de dentificar aquellos buques que de forma deliberada derraman hidrocarburos o sustancias tóxicas al medio oceánico. Esta reclamación también la había realizado el Cabildo de Lanzarote y lo ideal es que la información de las observaciones satelitales sea remitida al Gobierno de Canarias en tiempo real.