La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Dos pilotos, uno canario, se estrellan con un helicóptero del 1-1-2 en Oñate

Dos pilotos, uno de ellos de origen canario, fallecieron este miércoles en la localidad guipuzcoana de Oñati al estrellarse el helicóptero en el que se dirigían hacia Alicante, tras haber sido alquilado temporalmente por el Gobierno de Cantabria para su servicio de Emergencias 1-1-2 y que había pasado una inspección técnica en marzo.

Los fallecidos son el comandante José Javier García Martínez, de 51 años y natural de Cartagena (Murcia), y el copiloto Juan Manuel Mateo Mederos, de 37 años y natural de Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria), según informó la empresa propietaria de la aeronave Helisureste, aunque en un principio se informó de que pertenecía a la compañía Helicsa.

El helicóptero, un Augusta Bell 212, había sido alquilado por el Gobierno cántabro para sustituir a otro del Servicio de Emergencias durante su parada técnica obligatoria, que ha durado desde el 7 de mayo hasta el 12 de junio.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 11.42 horas cuando el servicio de emergencias SOS Deiak recibió el aviso de que se había escuchado un gran estruendo en la Ladera de Madinamendi, un monte situado entre el barrio guipuzcoano de Araotz y el santuario de Arantzazu, y que podía haberse estrellado un helicóptero dado que había mucha niebla en el lugar.

La Ertzaintza activó un dispositivo para la localización de la aeronave accidentada, por lo que movilizó a la Brigada Móvil de Montaña, así como a un helicóptero y dio aviso al servicio de Montes de la Diputación de Guipúzcoa.

Poco después, Protección Civil de Cantabria confirmó que un helicóptero había despegado sobre las 10.00 horas del aeropuerto cántabro de Parayas para dirigirse primero a Bilbao a repostar y posteriormente seguir ruta hacia Pamplona, Teruel y Alicante.

En este último destino, los pilotos debían devolver el helicóptero a la base central de la compañía, después de que concluyeran ayer las labores de protección civil que realizaba para el Gobierno de Cantabria.

El helicóptero fue sometido a una inspección técnica general en marzo de 2007, fecha desde la que “sólo había acumulado 70 horas de vuelo”, según la empresa, y además había pasado con éxito una inspección antes de iniciar el vuelo de este miércoles.

Los cuerpos de los pilotos, que entre los dos sumaban casi seis mil horas de vuelo, según la empresa Helisureste, fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal en San Sebastián para practicarles la autopsia.

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), que transmitió sus condolencias a las familias de los fallecidos, calificó de “inaceptable” la alta siniestralidad del sector de los trabajos aéreos en España tras el siniestro.

Por ello, instó a las Autoridades (Comunidades Autónomas y ministerio de Fomento) a que extremen el control sobre el grado de seguridad con que operan las empresas adjudicatarias de este tipo de servicios, principalmente cuando se acerca la temporada “crítica de extinción de incendios”.

El sindicato recordó que el pasado año 13 personas perdieron la vida en España en diversos accidentes e incidentes de helicóptero que se dedicaban a estos servicios, entre los que figuran extinción de incendios, rescate, vigilancia de costas, transporte y urgencias sanitarias y fumigación.