“Que siga la cementera es un respaldo para nosotros, es nuestro escudo, porque si se va, nosotros vamos detrás”. Antonio Mariano Trujillo, portavoz de plataforma vecinal Salvar la bahía de Santa Águeda, ha vuelto a defender que la empresa Cementos Especiales de las Islas (Ceisa S.A.) continúe con la actividad que lleva desarrollando durante 65 años en la costa del municipio de San Bartolomé de Tirajana para que la bahía no sea urbanizada turísticamente y sus habitantes puedan seguir en la zona como hasta ahora.
Trujillo ha criticado la propuesta que plantea la comisión de trabajo de la Consejería de Obras Públicas, de Transición Ecológica y Turismo del Gobierno de Canarias, que recomienda de forma preliminar un nuevo uso para el puerto de Santa Águeda, que actualmente es industrial y cuya concesión tiene Ceisa hasta octubre de este año.
En concreto, propone que sea temporalmente compartido, turístico e industrial, durante un periodo de, al menos, seis años y, posteriormente, que la industria se traslade y tanto el muelle como los terrenos que rodean a ese puerto se conviertan en un polo de desarrollo turístico sostenible. Para ello, será necesario adaptar los planes de ordenación, tanto del Cabildo de Gran Canaria como el del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
Esta opción fue comunicada por Franquis a los vecinos de la localidad de El Pajar la pasada semana, tras mantener encuentros tanto con el colectivo como con la cementera y el sector turístico, que aboga por un muelle deportivo y que Ceisa traslade la fábrica a un polígono industrial. “Lo que decía Franquis hace un año ha cambiado totalmente. Nos hemos llevado una desilusión. Hace un año nos había dicho que estarían con nosotros, que nos defendería. No sabemos de qué forma nos va a defender si dicen que le dan la concesión a Ceisa durará de seis a diez años y luego se tienen que trasladar. No lo entendemos”, recuerda Trujillo.
La plataforma ha agregado que no está en contra de un uso deportivo del muelle, pero piden que no se marche la fábrica para “salvar el entorno del pueblo”. “Si el puerto tiene que ser deportivo, que lo sea, no nos importa convivir con el turismo. Pero sí queremos que dejen quieta la parte industrial, que nunca nos ha molestado. No queremos que Santa Águeda sea como Pasito Blanco (...) queremos poder seguir disfrutando de una de las pocas playas familiares que quedan en Gran Canaria”, reivindicaban tanto Trujillo como Nadia Lamrine, vicepresidenta de la asociación de vecinos El Pajar.
Por ello, anunciaron que emprenderán distintas acciones para tratar de defender que el pueblo no se reconvierta en una zona turística, concretando, por ejemplo, que se manifestarán contra el Gobierno de Canarias “después del verano”.
El suelo donde está la fábrica es de Ceisa
Al encuentro también asistió Claudio Piernavieja, coordinador general de Ceisa, quien sobre todo recordó que lo que se debate en el marco de la comisión de trabajo es el uso que se le dará al muelle. Pero la fábrica “no tiene nada que ver” porque está en suelo de la sociedad, con la catalogación de urbano de uso industrial. Y, por ende, es la propia empresa la única que puede decidir si se quedan o se van.
“La fábrica no se toca, es suelo propio y podremos seguir operando”, ha insistido Piernavieja, quien recuerda que Ceisa solo se ha pronunciado para desmentir que hubiera un acuerdo de traslado de la cementera, como anunció Franquis.
Además, ha reiterado que la propuesta de Ceisa es que el Gobierno canario les otorgue una concesión para el uso del muelle durante otros 25 años. Perder la titularidad del puerto implicaría tener que transportar las materias primas que entran por la carretera, incrementando los costes por el transporte, sumando más vehículos a las vías y generando mayor contaminación, según sostiene la empresa.
Pero hasta el momento, Piernavieja indica que no se les ha presentado una propuesta firme encima de la mesa y, cuando la tengan, Ceisa se manifestará.
El Gobierno regional contempla hasta siete diseños para el futuro del puerto de Santa Águeda, pero aún no ha tomado una decisión definitiva porque espera lograr el consenso entre las partes. Algo que, de momento, está lejos de ocurrir.
La empresa industrial aspira a renovar el permiso para gestionar el muelle, no tiene intención de trasladar la fábrica a otro lugar e incluso tiene un proyecto para mejorar el entorno. Mientras que las entidades del sector turístico, sobre todo el grupo Cordial Canarias Hotels & Resorts (que ya ha invertido en la zona), rechazan el uso mixto temporal que se plantea desde la comisión de trabajo, demandan un uso recreativo para un puerto ubicado en una una de las joyas por explotar para el turismo en la costa isleña y que la fábrica deje de ocupar el suelo del que es propietario.