Santa Cruz de Tenerife es la ciudad española donde resulta más económico celebrar la primera comunión, según un estudio de la federación de consumidores FUCI que analiza el coste del evento en otras 16 localidades, una por cada comunidad autónoma. Hasta 1.585 euros de media puede costar celebrar esta fiesta en la capital tinerfeña, un precio más que asequible si se tienen en cuenta las cifras de Madrid, Valencia o Barcelona, que doblan ese dato con 3.090, 3.000 y 2.970 euros, respectivamente.
Cada vez más padres se lo piensan antes de desembolsar, de manera inmediata, una cantidad como esa. El estudio recoge que “una parte importante de las personas consultadas están pensando aplazar la comunión de sus hijos para el próximo año o incluso no celebrarlo por falta de recursos económicas”. Y es que la crisis no ha dejado espacio para gastos que pueden resultar superfluos, más cuando el precio de organizar el evento ha descendido solo un 1% con respecto a 2010 (después de que ese año bajase un 16% interanual).
“Hay mucha gente que luego se endeuda para montar una comunión como si fuera una boda”, se queja Lucrecia López, responsable de la entidad en Canarias. “Hay muchísima gente que pide créditos”, dice, “siempre ha ocurrido”. La situación, sin embargo, ha hecho descender estas prácticas con la desaparición de los créditos rápidos y el estancamiento de los préstamos por parte de los bancos que, según López, “ya no están tan dadivosos”. Aún así, “la gente no quiere privarse de nada”, asegura, “no deja de hacer una comunión como si fuera una boda”.
Lo más caro, la comida
De los costes analizados, el mayor gasto se produce, lógicamente en el banquete. Contar con la presencia de una larga lista de invitados puede salir muy caro, con presupuestos que oscilan entre los 35 y los 60 euros por persona, a pesar de que el 38% de los 500 padres consultados queda descontento con el resultado del catering.
En segundo lugar se sitúan los recuerdos, que sí tienen precio. Entre 224 y 600 euros puede llegar a costar el reportaje fotográfico y multimedia del evento. Y por detrás, la vestimenta. El tradicional traje de marinero para un niño exige pagar entre 50 y 150 euros. El presupuesto se dispara si se trata de vestir a una niña como una nívea princesita: entre 75 y 250 euros, y eso sin contar complementos, zapatos o peinado, que puede elevar el monto hasta 240 euros más.
Una solución pasa por alquilar los vestidos o comprarlos de segunda mano. A pesar de que la comunión es, para muchas familias, algo irrepetible e íntimo, en Internet se pueden encontrar ofertas de trajes que otros padres han puesto a la venta tras los fastos familiares de años anteriores.
Insatisfacción
El estudio de FUCI detalla que al menos el 24% de los padres españoles quedó insatisfecho con la celebración. A la mayoría, un 38%, no le gustó el banquete y un 24% de los encuestados se quedó frío con las fotos y vídeos que registraron la ceremonia.
El 87% de los que contrataron servicios de animación, como música, hinchables, payasos u otras actividades, quedaron contentos con el resultado.