Sólo el 1% de los consumidores canarios identifica correctamente el código impreso en los huevos, situándose por debajo de la media española (2,6%), según la encuesta Huevómetro sobre hábitos de consumo de este alimento elaborada por INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos).
Así lo ha puesto de manifiesto la directora de INPROVO, Mar Fernández, que ha presentado estos datos en Las Palmas de Gran Canaria donde llevan a cabo la campaña informativa El huevo, de etiqueta.
Esta campaña, que cuenta con el apoyo y la cofinanciación de la Unión Europea (UE) y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), señaló Fernández que tiene como principal objetivo “informar al consumidor sobre la trazabilidad del huevo, indicada en su marcado y etiquetado, así como sobre las características de la producción de huevos en la UE, un sector moderno y competitivo que, en los últimos años, ha realizado grandes esfuerzos para lograr que la sanidad y el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente comunitarios se conviertan en un referente mundial”.
En cuanto al huevo está considerado como un alimento básico en la cesta de la compra. En este sentido, los últimos datos del MAGRAMA recogen que el consumo per cápita de huevos en los hogares canarios en 2014 fue de 112, un 17 por ciento por debajo de la media española (135), de tal forma que de los más de 6.000 millones de huevos consumidos en los hogares españoles ese año, el 4 por ciento corresponde a Canarias.
Así, destacó que el envase de huevos y el código impreso en la cáscara ofrecen información de “gran valor” para el consumidor, pudiéndose identificar su trazabilidad (herramienta de control de la seguridad alimentaria) y facilitar la elección de los huevos que más se ajustan a sus preferencias en cada momento.
Añade que si bien la mayoría de españoles suele leer “siempre o casi siempre” el etiquetado de los productos alimentarios, en el caso del huevo “hay un mayor porcentaje de población que no lo lee nunca o casi nunca”.
En el caso de Canarias, donde solo lo identifica un 1%, mientras que un 72% de los consumidores lo relaciona con la fecha de consumo preferente. En realidad, el primer número del código indica el sistema de producción al que pertenece y el resto de dígitos sirven para identificar la provincia, el municipio y la granja de origen.
La etiqueta, por su parte, indica la fecha de consumo preferente, el peso de los huevos, la forma de cría de las gallinas y consejos sobre conservación en frío. La frescura (82%) y el precio (68%) son los factores determinantes para los consumidores canarios a la hora de comprar huevos.