MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Sólo un 11 por ciento de la población se preocupa y conoce el contenido en sal de los alimentos, según se desprende de una encuesta presentada en el 31 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), que se celebra hasta este viernes en el Palacio de Congresos de Zaragoza. El estudio fue realizado en Aragón a 140 personas que acudieron a la consulta de Atención Primaria, con una media de edad de 61 años. De los participantes, 53 eran hipertensos.
“Este dato es especialmente preocupante, sobre todo en el caso de los pacientes hipertensos, ya que uno de los pilares fundamentales del tratamiento es el seguimiento de una dieta baja en sal. También a las personas con riesgo de desarrollar hipertensión se les podría recomendar evitar un consumo excesivo de sal para prevenir su aparición. En ambas situaciones, terapéutica y preventiva, es clave el papel educativo que puede desempeñar el médico de familia”, coordinador del Grupo de Hipertensión de semFYC, Luis Vara.
El objetivo de la encuesta era saber el grado de conocimiento que tiene la población que pasa por el centro de salud sobre el contenido de sal que tienen los alimentos. Además, se preguntó también acerca de los condimentos para sustituirla y de los riesgos que puede tener para la salud un consumo excesivo.
En general, según los datos las mujeres son más conocedoras de que existen otros condimentos para sustituir la sal, aunque no se observaron diferencias con los que eran hipertensos. “Probablemente esto se deba a que las mujeres siguen siendo las que se encargan más frecuentemente de preparar las comidas en el ámbito doméstico y porque, en general, se interesan más por las cuestiones relacionadas con la salud”, comenta Vara.
Otro dato llamativo es que sólo un 3 por ciento es consciente de los riesgos de tomar sal en hipertensos, siendo más conscientes también las mujeres. También se analizó el consumo de alimentos envasados y la lectura de las etiquetas, resultando que los pacientes con hipertensión arterial consumen menos alimentos de este tipo.
En opinión de este experto, “seguramente el consejo que se da a los pacientes sobre disminuir el consumo de alimentos procesados, haya influido en este resultado. En general, se recomienda que su alimentación se base en el consumo preferente de verduras, hortalizas, fruta, leche y productos lácteos con un bajo contenido en grasa, y se limite el consumo de grasas saturadas, colesterol y sal. Este plan incluye también cereales, legumbres, pescados, aves y frutos secos, y recomienda limitar el consumo de carne roja, dulces y bebidas azucaradas”.