La especialidad de Timple ya cuenta con “currículo” para que pueda ser impartida en los Conservatorios de Canarias, según ha anunciado la consejera de Educación y Universidades del Gobierno regional, Soledad Monzón.
En un comunicado, Monzón señala que la publicación del documento es el resultado “de un año de trabajo intenso para hacer posible la implantación de la nueva especialidad instrumental, con encuentros y reuniones con los timplistas y con su participación en el proceso”.
La consejera explica que el nuevo currículo queda recogido en la orden que regula todas las enseñanzas elementales a impartir en los Conservatorios Profesionales de Música en el archipiélago, una norma en la que se ordena, por primera vez, todos los estudios elementales de música, que son más de una veintena de instrumentos.
La Consejería puso a disposición de los timplistas canarios una aplicación en línea para que pudieran enviar sus partituras, repertorios y métodos, con el propósito de involucrar su experiencia en la creación de los contenidos didácticos de esta nueva disciplina.
La ordenación y el currículo de la enseñanzas elementales de música que se establecen responden a las necesidades y al contexto social y cultural de Canarias, precisando los objetivos generales educativos correspondientes a dichas enseñanzas, desarrollando determinados aspectos básicos para su organización y ordenación académica, subraya la nota.
Soledad Monzón apunta que la incorporación del Timple, el instrumento musical más representativo de la identidad canaria, como especialidad instrumental en las enseñanzas elementales de música, responde a “la importancia de contribuir a sentar las bases para que la tradición cultural y artística de las islas se conviertan en elementos de identidad y de integración”.
El currículo, documento oficial que recoge el conjunto de objetivos, competencias o capacidades a adquirir por el alumnado, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada disciplina, establece los objetivos de la enseñanza y los principales contenidos a abordar en cada curso.
En el caso del Timple, la Consejería detalla en la nueva orden contenidos variados para los cuatro años de educación elemental del instrumento, que van desde las características del instrumento, hasta afinación, sensibilidad auditiva, rasgueo, tipos de toque o improvisación libre e intuitiva sobre efectos sonoros y patrones rítmicos, melódicos y armónicos.
Monzón señala que con la Orden que publica hoy el Boletín Oficial de Canarias “se da un paso más en la equiparación de la enseñanza del Timple con el resto de especialidades instrumentales elementales”.
“Es una medida de justicia con nuestro patrimonio cultural, que merece ser cuidado, respetado y preservado con todas las garantías”, asevera la consejera, quien indica que la integración del timple en los conservatorios canarios “permitirá que la enseñanza de este instrumento se realice de forma reglada, con criterios oficiales y una docencia de calidad”.