Los representantes sindicales del sector del transportes de UGT José María Pardo y Orlando Robledano informaron este lunes de la posición de su sindicato en el conflicto y anunciaron que no están dispuestos a esperar al 30 de abril, fecha fijada por CCOO para tratar de llegar a un acuerdo y desconvocar las jornadas de huelga fijadas en mayo. Así mismo, los dos sindicalistas advirtieron que existe una “laguna legal” en la pretensión de CCOO de alcanzar un convenio regional mediante el comité de huelga, ya que no tiene capacidad para firmarlo y el documento debería ser suscrito por la comisión negociadora compuesta por el sindicato mayoritario y por UGT.
De llegar UGT a un acuerdo con la patronal, siempre que esté dispuesta a seguir con la negociación sin la totalidad sindical, el documento se sometería a referendo entre los trabajadores, ya que el sindicato no tiene la mayoría en el sector. Pardo explicó que el pasado 19 de abril se acordó presentar una sola plataforma a la patronal, pero aún desconocen qué es lo que se va a presentar pues desde CCOO aúno se han facilitado los puntos a negociar, salvo los que figuran en el preaviso de huelga.
Robledano manifestó que su sindicato ha defendido en todo momento la vía del diálogo y expresó su satisfacción porque el acuerdo alcanzado el 16 de abril con la patronal Artea, enviado a todos los sindicatos, al resto de la patronal y a Gestión Sanitaria de Canarias, sirviera para que CCOO llegara a un principio de acuerdo y desconvocara las jornadas de huelga convocadas para esta semana. Pardo señaló que desde UGT no se entendió por ello la huelga llevada a cabo el día 18, después de que desde la patronal el 17 de abril asumiera las reivindicaciones salariales pactadas con Artea.
Sin paro en cinco islas
Una huelga que, según Pardo, “no existió” en las islas de El Hierro, La Palma, La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote y que además lamentó que afectara al traslado de 400 personas mayores y que un trabajador recibiera una pedrada en la sien.
Los representantes de UGT señalaron que las propuestas salariales que demandan son, en cierto modo, similares a las que persigue CCOO, aunque los incrementos defendidos por su sindicato se recogen a través de complementos de productividad. CCOO solicita un incremento en tres años de 600 a 650 euros, mientras que UGT reivindica un salario base de entre 1.000 y 1.100 euros más los complementos con que se incrementarían a 1.300 y 1.400 euros.
En el acuerdo alcanzado el pasado 17 de abril, la patronal ha asumido el pago del IPC de 2005 y 2006, con lo que el salario base de 2004, que es de 715 euros, se sitúa en unos 850 euros, que, unido al incremento porcentual que se reivindica por los perjuicios causados a los trabajadores, situaría el salario base en cerca de 1.000 euros, afirmó Robledano.