Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Analogías
Somos física y química al ser un organismo que reúne una serie de reacciones metabólicas que interactúan entre sí. Por ello siempre me ha gustado intentar poder comprender e intervenir en un cuerpo humano determinado, para intentar solucionar un problema que por sí mismo no ha podido ser resuelto debido a algún tipo de disfuncionalidad, ya sea adquirida por hábito o por genética.
Por ejemplo, hay un órgano que funciona como una barrera protectora frente al exterior y dispone de todo un complejo sistema de mecanismos que expulsa lo indeseable a cambio de retener lo necesario. Además, regula el metabolismo y la propia temperatura corporal. y es el órgano más grande del cuerpo humano, representando en un adulto promedio una superficie aproximada de dos metros cuadrados, alcanzando un peso de cinco kilos.
De este modo, está en permanente relación con los otros órganos del cuerpo, y es a través de ella que nuestro cuerpo nos revela absolutamente todo respecto a lo que está sucediendo, no sólo en nuestro interior, sino también en el exterior, como son los problemas que nos afectan, tanto desde un punto de vista físico como emocional. Hablamos de la piel, pero bien podríamos hablar de un sistema de normas donde se recogen los derechos y las obligaciones bajo un marco institucional asumido. Todo aquello que beneficie al sistema se queda dentro del sistema. Todo aquello que lo perjudique, se expulsa.
Si tomamos en consideración otro órgano, como conjunto de tejidos que cumplen una determinada función, tenemos al aparato digestivo, que es el lugar encargado de disolver los alimentos para poder ser transformados en nutrientes excretando el desecho. La analogía social cae por su propio peso, debido a que las sociedades se alimentan de los pensamientos y conocimientos que se degluten y, dependiendo de la calidad de la ingesta junto a la fortaleza de los jugos gástricos, seremos capaces de no nutrirnos de basura y sí de compuestos que nos hacen la vida más saludable y duradera. Algo parecido sucede con los pulmones. Como cualquier órgano necesita aire de calidad sin contaminantes obstructivos que dificulten la respiración y pueda oxigenar el resto de los órganos. Del mismo modo podemos hablar del cerebro, de forma que, si nos llenamos de tonterías, pues responderemos con tonterías.
También tenemos al corazón. Es el centro neurálgico del aparato circulatorio y actúa bombeando sangre al resto del cuerpo. En condiciones normales late entre 60 y 100 veces por minutos. Con cada latido se envía sangre transportando oxígeno a cada una de las células a través de las arterias. Cuando ha hecho su trabajo vuelve por las venas y se remite a los pulmones para que vuelva a incorporar el oxígeno vital, y así una y otra vez.
En definitiva, si nos damos cuenta, la sociedad se comporta al fin y al cabo como un cuerpo humano. Se nutre de una determinada forma y actúa, pues, en consecuencia. Así que, bebe bastante agua, haz ejercicio de forma regular, reduce el consumo de grasa, limita la sal, evita costumbres de consumo negativas, lee mucho y, por supuesto, no te olvides de tomar suficiente fibra para tener ligereza. Ahora bien, si después de estos sanos hábitos sigues estando sin estar a gusto y con mal humor, una tallita más en la ropa interior es una recomendación imprescindible. Mano de santo.
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