Las vacaciones del PP

Con el mes de agosto llegan las vacaciones. Aunque para todos no son iguales, suele ser una época de tranquilidad para el conjunto de los ciudadanos. También lo es para nuestros políticos, que esperan con ansiedad el momento de coger las maletas y provocar una estampida en el aeropuerto.

Un ejemplo de políticos que están deseando que llegue el mes de agosto es Australia Navarro. La portavoz del Partido Popular explicó esta semana las razones por las que en el en el Comité Ejecutivo regional de su partido acordaron que no van a pactar con Coalición Canaria.

Navarro vino a decir que CC los ha tratado con desprecio y que notaron falta de interés por parte de los nacionalistas para establecer un posible pacto. También señaló que CC se equivocó “en el fondo y en la forma”. Lo que no puntualizó, y a la vez muchos nos preguntamos, es cuál fue exactamente la causa. No fueron los impuestos, pero algo tuvo que ver. Tampoco fueron las cuestiones internas de CC. Como bien explicó Australia Navarro, los nacionalistas están gobernando y saben que para legislar tienen el apoyo incondicional de dos partidos que le dan la mayoría absoluta: el propio PP y la formación de Casimiro Curbelo. Así que Navarro decidió acudir al clásico de responder con palabras vacías, algo que está muy de moda dentro de su partido.

La portavoz del PP culminó la rueda de prensa dando las gracias a los periodistas y señalando que se aproximaba un verano “calentito” y dejó caer que en el PP están pensando más en las vacaciones de agosto que en el pacto con CC o en el cese de Santiago Negrín en RTVC, del que también le cayó alguna pregunta. Ya resolverán esas cuestiones con la vuelta al cole.

Otro político del PP que no dudaría en tomarse unas vacaciones es Mariano Rajoy. Mientras que en Canarias la mayor preocupación del Partido Popular es que no parezca evidente su sumisión a CC, en el ámbito nacional sufre otros males. Este miércoles, Mariano Rajoy acudió a declarar a la Audiencia Nacional por la trama Gürtel, por lo que el presidente del Gobierno tuvo que pasar, entre otros, el trago de responder si había cobrado sobresueldos. Rajoy respondió con los clásicos a los que nos tiene acostumbrados: “No conozco a todas las personas del partido”, “no tenía absolutamente ni idea de la caja B del partido”, “hay una separación nítida entre la parte económica y la política en una campaña electoral”. Pero mi favorita es la siguiente: “Yo no tengo ninguna enemistad con Bárcenas, que yo sepa”. Atrás dejó nuestro presidente la mítica “esa persona de la que usted me habla”. Al final va a tener razón Australia Navarro y el verano viene “calentito”.