Mucho espectáculo y poca historia
- Película: El gran showman (The greatest showman), 2017
- Director: Michael Gracey
- Reparto: Hugh Jackman, Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson, Fredic Lehne, Diahann Carroll, Keala Settle
El gran showman es la primera cinta del director australiano Michael Gracey, que decidió estrenarse tras la cámara para contar la vida de Phienas Taylor Barnum, el creador del circo: “El mayor espectáculo del mundo”.
La película narra las peripecias de ese visionario del espectáculo a la hora de triunfar en la vida, circunstancia que consigue gracias a que junta en la misma sala a personas con una serie de peculiaridades físicas que despiertan la curiosidad de los demás. Ya conocemos a quién nos referimos, a la mujer barbuda, al hombre más gordo del mundo, enanos, albinos… Todos ellos van al escenario para que las personas “normales” los vean.
Con esa premisa y contado como un gran musical, Gracey narra la historia de Barnum desde que era un niño pobre y huérfano hasta que triunfa. El problema de la cinta es que el director australiano se pierde en la forma y deja muy de lado el fondo de la historia. No voy a entrar en lo edulcorada que está la vida del protagonista, pues en la cinta el director del circo parece hasta buena persona, cuando en realidad Barnum era un tipo que solo pensaba en hacer dinero a costa de lo que fuera. Pero no es eso, no, la historia se desdibuja, naufraga entre tanto baile y tanta explosión musical. Y ello hace que pierda autenticidad cinematográfica.
Eso sí, la parte estética del largometraje es fabulosa: maquillaje, vestuario, efectos especiales… Todo está muy bien gestionado, por no hablar, claro, de lo que son los bailes, canciones y coreografías, que sí que llegan a rozar la genialidad.
En este aspecto, se nota la mano de Benj Pasek y Justin Paul, ganadores del Oscar a la Mejor Banda Original por La la land, que compusieron Rewrite the starts o Never enough, canciones que pueden llegar a estar nominadas a los Oscar, aunque la que más reivindica el sentido de la cinta puede que sea This is me, cantada por la mujer barbuda, que interpreta Keala Settle.
Una baza fundamental en esta película es la actuación de Hugh Jackman, que una vez más vuelve a demostrar que no solo canta, como ya hizo en Los Miserables, sino que además es un gran bailarín y esto sabe combinarlo con una actuación más que correcta. A las puertas se quedó de alzarse con el Globo de Oro a mejor actor de comedia o musical, que se lo llevó James Franco.
Al lado del actor australiano, están Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya y Rebecca Ferguson. Todos ellos desempeñan bien su papel, pero en el fondo no te llega su dolor, ni su angustia ni amargura o miedo. Todo eso, como comenté, se queda atrás. No son malas interpretaciones, ni mucho menos, pero esto se debe a un guión falto de vida y de drama.