El incendio que desde agosto afecta a la isla de Tenerife y que se reactivó en varios focos esta semana ha dejado a una familia sin hogar. Su vivienda fue arrasada por las llamas este jueves.
Es el único inmueble dañado, y estaba situado en la zona alta del municipio de Santa Úrsula. Preventivamente se había desalojado ya a 3.200 vecinos: 3.000 de ellos del barrio de La Corujera, en Santa Úrsula, el resto, de Pino Alto, en La Orotava.
La presidenta del Cabildo insular, Rosa Dávila, ha explicado este viernes que la familia a la que el fuego ha dejado sin casa ya está realojada y con sus necesidades básicas cubiertas, incluido el transporte de la menor al IES.
Además, ha agregado que, de la mano del Gobierno de Canarias, se trabaja para que en breve esta familia disponga de una vivienda en alquiler en el municipio.
El resto de desalojados ya puede regresar a sus viviendas (desde las 13.00 horas del viernes), al bajar el nivel de la emergencia a 1. Dentro de la zona quemada y cerca del perímetro hay muchos puntos calientes, pero desde el Cabildo se ha informado de que los equipos de extinción estarán “estar muy atentos” y serán reforzados porque hay fuego en el subsuelo y en cualquier momento puede salir y generar paveseo.