El Teide afronta su aniversario con ahogo demográfico y su geología como salvavidas

Efe/ Carla Domínguez

Santa Cruz de Tenerife —
2 de febrero de 2024 10:22 h

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La presión demográfica sobre el Teide, que el 22 de enero ha celebrado el 70 aniversario de su declaración como parque nacional, es “muy fuerte” en espacios concretos y limitados pero, sin embargo, hay esperanza para el 80 % de su superficie, salvada por una estructura geológica no caminable.

El científico español Wilfredo Wildpret cuenta a EFE que, a pesar de esa “fortuna”, el impacto urbano sobre el espacio es “brutal” y se hace evidente en tres puntos específicos: la zona de actividad del Teleférico, el acceso al Pilón de Azúcar y la carretera que discurre por el parque nacional.

De hecho, además de haber sido clasificado como el parque nacional más visitado en España, la revista 'Viajes' lo incluyó entre los 10 más visitados del mundo, alcanzando el séptimo puesto por debajo del Serengeti (Tanzania).

Subraya Wildpret que el pico más alto de España no solo atrae a cerca de los 4 millones de visitantes al año, sino que además soporta la llegada aproximada de 500.000 automóviles, que dejan tras de sí un impacto ecológico en forma de humo, grasa y otros residuos.

El origen del intenso trasiego radica en lo que se ha convertido el lugar, un espacio turístico de primer orden, y contrasta con la visión del parque antes de su declaración, cuando las “amenazas” eran distintas y llevaban a una cobertura vegetal limitada: el pastoreo y carboneo.

Si bien la presencia de muflones y introducción de la abeja doméstica constituyen un peligro aún sin resolver, ahora las preocupaciones ecologistas y no ecologistas giran en torno al control de la actividad turística en el parque: ¿habrá tasa turística? ¿se sancionará a turistas que comentan actos ilícitos?

Para Jaime Coello, de la Fundación Telesforo Bravo, y el abogado especialista en medio ambiente Guzmán Abreu, la tasa turística sería una medida bastante razonable, porque no solo permitiría mejorar la conservación y los servicios sino también impulsaría actividades de concienciación.

Sin embargo, cuando se trata de sanciones al turista, especialmente al europeo o internacional, existen discrepancias porque mientras unos las defienden, otros exponen la dificultad “insoslayable” de ser efectivas.

Colectivos ecologistas pedirán la retirada de Patrimonio de la Humanidad

En plena discusión sobre el uso público del parque nacional, el Teide celebra su septuagésimo aniversario, una publicación en el Boletín Oficial del Estado que acentuó el imperativo de proteger su paisaje, particularidades geológicas y peculiaridades de flora y fauna.

Sin embargo, esa “peculiaridad” podría correr peligro porque, para ecologistas como Jaime Coello, el parque nacional del Teide “muere de éxito” mientras el “patrimonio natural se supedita a los intereses económicos”

Coello dice que colectivos ecologistas de la isla denunciarán la actual gestión autonómica e insular en instancias internacionales y nacionales, y que, además, pedirán la retirada de su consideración de Patrimonio de la Humanidad, otorgada en 2007.

De hecho, las organizaciones ecologistas trabajan en un dossier que incluye un abanico de actividades ilícitas de las que el parque ha sido testigo, y, según enumera, van desde la realización de rodajes, el uso de drones y parapente hasta el acceso de caballerías.

La plataforma de educación ambiental Desfortunatae Insulae señala en su perfil de Instagram que las “actividades ilegales” que se realizan en este espacio natural provocan la degradación del suelo y de las formaciones geológicas, la flora y fauna, incendios forestales, contaminación acústica y lumínica.

Así, comentan, especies exclusivas de alta montaña, como la retama del Teide, están amenazadas no solo por la introducción del conejo y las consecuencias del cambio climático, sino también por una “falta de conciencia ciudadana”.

Aparcar fuera de los espacios limitados y transitar fuera de los senderos dañan los ejemplares más adultos de esta especie, e incluso eliminan las pequeñas plantas que puedan estar naciendo, según denuncia la plataforma.

La dificultad de gestión de competencias estatales transferidas

El ecologista Jaime Coello cree que cuando el Gobierno español traspasó la gestión de los parques nacionales a las autonomías y estas, a su vez, a los cabildos, la conservación ha ido declinando hasta alcanzar una velocidad distinta.

Este traspaso se hizo efectivo en enero de 2010, y tras haber sido acordado por el pleno de la Comisión Mixta de Transferencias entre la Administración del Estado y Comunidad Autónoma de Canarias en septiembre de 2009.

Añade el abogado Guzmán Abreu que esa evolución de lo que ha sido transferido a la Comunidad Autónoma es algo característico, y afirma que no solo ha ocurrido con la gestión de parques nacionales sino también con otras competencias, como Costas, donde no hay estructura necesaria que las atienda.

Guzmán Abreu explica, a su vez, que las “urgencias” regionales por asumir más competencias estatales lleva a dificultades por la inexistencia de un correlato económico y organizativo en la propia autonomía.

Esa falta de atención y recursos, ejemplifica, se ha visto representada en islas como El Hierro, cuyos espacios naturales protegidos no cuentan con un departamento insular para su gestión, según ha podido conocer su despacho de abogados.

Falta de agentes de Medio Ambiente

A través de ese análisis, quien ha dedicado su tiempo a defender el patrimonio natural del Teide llega a la conclusión de que existe una carencia de recursos para su seguridad y vigilancia porque “no hay suficientes agentes medio ambientales en el Teide”.

“Una vez dan las 4 de la tarde, el Teide está desprotegido, y espacios como el mirador de las Narices del Teide, con afluencia de personas para ver el amanecer, se quedan fuera de control”, añade Wolfredo Wildpret.

Motivos personales y un desencanto profundo con la situación del parque nacional llevaron a José García Casanova a dimitir, en representación de la organización Ben Magec Ecologistas en Acción, en el Patronato del Teide.

Casanova, quien formó parte de la primera promoción de guías del parque nacional, cuenta a EFE que los argumentos que se esgrimen desde la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y las organizaciones ecologistas en defensa de la conservación “se convierten en secundarios”.

La planificación de espacios naturales en Canarias, menos cuidada y pulida

Una de las demandas principales de los ecologistas está en la renovación del Plan Rector de Uso y Gestión del Teide (PRUG), un documento que lleva al menos dos décadas sin modificarse y cuya actualización produce más desencuentros que acuerdos.

Esa falta de renovación se extiende a los planes de gestión en otro tipo de espacios protegidos, afirma el abogado especialista, que enumera cómo causas principales a problemas de aplicabilidad y redacción.

Por otro lado, el especialista advierte que la planificación de espacios naturales está “más descuidada y menos pulida” que la urbanística, en la que “más se invierte y se procedimentaliza”, un dato que contrasta con otra realidad de las Islas Canarias : el 40 % de su territorio está protegido.