La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a dos años y ocho meses de cárcel a un hombre acusado de un delito de homicidio por imprudencia grave al cometer un atropello mortal a un peatón en la capital tinerfeña en octubre de 2017.
El acusado iba a ser enjuiciado por un jurado popular, pero la vista oral no se celebrará finalmente tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las acusaciones, la defensa y el propio investigado, que también ha sido condenado a siete meses de prisión por un delito de omisión del deber de socorro al haberse dado a la fuga tras el atropello.
Igualmente, se le priva del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de 4 años, lo que supone la pérdida definitiva de vigencia del permiso de conducción que posea.
Los hechos se produjeron el 17 de octubre de 2017, cuando el acusado, conduciendo un coche de otra persona pero que utilizaba habitualmente, circuló a más velocidad de la permitida por una calle y atropelló a un peatón que cruzaba un paso de peatones. Además, el hombre tenía sus propias facultades psicofísicas para la conducción mermadas por el consumo previo de cocaína, morfina, metadona y THC.
La víctima fue alcanzada por el frontal del turismo, cayó sobre el capó y se golpeó con el parabrisas delantero en la parte posterior de la cabeza, y el conductor, pese a que el atropellado se hallaba gravemente herido y precisaba ayuda de urgencia, se dio a la fuga y huyó del lugar. Además, tampoco solicitó ayuda de terceras personas o de los servicios de urgencia, abandonó su coche y lo dejó aparcado y cerrado en la calle.
El acusado volvió a su casa, en el barrio de Barranco Hondo (Candelaria), y se negó a responder a los agentes de la Policía Local que visitaron su casa, si bien se presentó en las dependencias policiales poco antes de las 05.00 horas, donde se le hicieron las pruebas de alcoholemia y drogas.
El hombre dio positivo por cocaína, opiáceos y cannabis y presentaba actitud y comportamiento nervioso, aspecto inquieto, voz en tono bajo y rasposo y conjuntiva enrojecida.
Debido al atropello, la víctima sufrió un cuadro de politraumatismo con traumatismo cráneo-encefálico severo y lesión de centros vitales encefálicos hasta que falleció a las 09.00 horas del día siguiente en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.
La familia de la víctima ha recibido una indemnización de casi 195.000 euros por parte de la compañía aseguradora del vehículo.