El juez que archivó el caso Yéremi, multado por una “falta de desconsideración” con la Guardia Civil
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha impuesto una sanción de 500 euros a Juan Manuel Hermo, el juez que archivó el caso Yéremi Vargas, como autor de una “falta leve de desconsideración” por su trato con los guardias civiles que investigan la desaparición del menor el en 2007 en Gran Canaria.
Según ha adelantado Canarias7, el órgano de gobierno de los jueces abrió expediente al magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de San Bartolomé de Tirajana, Juan Manuel Hermo Costoya, al apreciar una “falta leve de consideración hacia miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en funciones de Policía Judicial”. El juez había cuestionado previamente la investigación del instituto armado y mantuvo una fuerte discusión telefónica con el teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí.
El pasado mes de octubre el magistrado mostró abiertamente sus discrepancias con los investigadores de la OCU en el auto por el que archivó la causa abierta contra el que entonces era el único sospechoso en la desaparición del menor Yéremi Vargas, Antonio Ojeda, alias El Rubio, al considerar que “los motivos que inicialmente llevaron a su imputación no dejan de ser meras afirmaciones y valoraciones subjetivas de los miembros del equipo de investigación”, refiriéndose a la Guardia Civil.
El auto, de 25 de octubre de 2017, al que ha tenido acceso Canarias Ahora, el juez concluye que “no existen en este momento medios de prueba, siquiera indiciarios, que de un modo objetivo y razonable permitan dirigir la causa contra una persona o personas determinadas”.
A lo largo de los 45 folios de texto, se hace una dura crítica a la labor investigadora llevada a cabo por la Guardia Civil. Entre otras cosas se detalla que “en su labor de información y averiguación, la Policía Judicial extracta de declaraciones a distintas personas lo que considera de interés para la causa, y de ninguna de las declaraciones se desprenden datos que coincidan con la descripción del vehículo que se atribuye a Antonio Ojeda, ni con sus características físicas a la fecha (12 de marzo de 2007) ni con los hechos”. En el documento el juez resalta que las declaraciones fueron tomadas en días próximos a la desaparición del niño.
Además, el magistrado explica que en el atestado policial n.º 43/2007 se continúa con la exposición de las diligencias practicadas en relación a doce personas investigadas en el caso y “ninguna de ellas es Antonio Ojeda Bordón, ni ninguna referencia se hace al mismo”, detalla.
Se continúa con la investigación, y el 15 de mayo de 2008 la Guardia Civil solicita a la autoridad judicial un mandamiento para recabar datos de más de 75 personas, y “ninguna de ellas es Antonio Ojeda Bordón, ni las personas policialmente o judicialmente investigadas hasta esa fecha”, vuelve al reflejar el magistrado en su resolución.
En el página 21 del auto se habla de la reconstrucción de los hechos que hizo la Guardia Civil de las personas que estuvieron la mañana del día 10 de marzo de 2007 en el lugar próximo al que desapareció en el menor, y “en ningún momento se menciona a Antonio Ojeda, incluso se llega a situar a cada una de estas personas en el croquis del lugar”, aclara. Así, Hermo deja entrever en todo momento que en las semanas próximas a la desaparición del menor no se conocía la existencia de El Rubio.
El atestado 254/2015 de la investigación abre una nueva línea en la que aparece Ojeda como presunto autor de la desaparición de Yéremi Vargas tras la denuncia de otro menor que tuvo lugar en el año 2012. Para el juez son “hechos independientes y bien diferenciados” del caso que se investiga.
En el mes de mayo de 2016, diferentes medios de comunicación hacen público que un preso compañero de celda de Antonio Ojeda en el centro penitenciario de Algeciras afirma que El Rubio le había confesado que estaba implicado en la desaparición del menor de Vecindario. “Los agentes del grupo de delitos contra las personas hacen constar que a petición propia recibieron la declaración al testigo mencionado cuando se encontraba cumpliendo condena en el centro penitenciario de Algeciras, tras citar lo que les había trasladado -que no era que Antonio Ojeda le hubiese reconocido como así se difundió en distintos medios- que participase en modo alguno en la desaparición del menor.
“Este testigo no afirma en ningún momento de su declaración, ni lo hizo en la anterior judicial ni policial, que Antonio Ojeda Bordón le haya confesado en modo alguno su participación o autoría, media o inmediata, en la desaparición del menor investigada”, específica el magistrado.
Para concluir el auto, el juez aclara que archiva el caso “sin perjuicio de que la Guardia Civil ha de cumplir su obligación y continuar con la investigación de los hechos hasta su completo esclarecimiento si fuese posible”.
La investigación sobre la desaparición de Yéremi Vargas está a punto de cumplir 13 años. En los últimos días, tras el descubrimiento del cadáver de Diana Quer por la confesión de su presunto asesino, el coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) ha pedido comprensión ante estas desapariciones tan “complejas” y considera que el caso de Yéremi Vargas es “muy parecido” al de la joven madrileña.
Según Corbi, “son los casos más difíciles de investigar porque no hay testigos, no hay móvil y no hay víctima” y se refirió al de el menor de Vecindario como “un caso muy parecido en Canarias donde sí pero no”.