Un hombre se enfrenta a siete años de cárcel que el fiscal pide que se le impongan como presunto autor de un delito de trata de seres humanos en concurso con otro de prostitución coactiva que supuestamente cometió al obligar a su novia a prostituirse en Gran Canaria.
Así lo sostendrá el Ministerio Público en sus conclusiones provisionales en la vista oral que la Audiencia de Las Palmas celebrará por esta causa el próximo 24 de octubre.
En ese juicio, el fiscal argumentará que el acusado, I.B., engañó en 2014 a su novia, N.B., rumana como él y quien residía entonces en ese país, para que viajara a Italia y, desde allí, a Gran Canaria “con el propósito de forzarla al ejercicio de la prostitución y de beneficiarse de los ingresos que generara dicha actividad”.
El procesado prometió a su pareja que ambos trabajarían en Italia y aseguró que si no encontraban un empleo en ese país “él robaría y se prostituiría en Gran Canaria”.
Sin embargo, cuando ambos llegaron a esta isla desde Italia, el acusado obligó a prostituirse a su novia tanto en el sur como en la capital “mediante agresiones físicas” y amenazándola con hacer daño a sus hijos si se negaba a ejercer esta actividad.
El acusado exigía a su pareja unos ingresos mínimos diarios de 100 euros y le amenazaba con agredirla si no conseguía ganar esa cantidad ejerciendo la prostitución.
Para impedir que la mujer regresara a Rumanía, el procesado controlaba el dinero que esta ganaba y guardaba su documentación.
Además de la pena de cárcel, el fiscal pide que el procesado no pueda acercarse durante 17 años a menos de 500 metros a su víctima -quien declarará por videoconferencia desde Rumanía- y que la indemnice con 10.000 euros por el daño moral que le ha causado.