La defensa del juez Salvador Alba sostiene que los audios de su conversación con el empresario Miguel Ángel Ramírez para fabricar pruebas contra la magistrada y exdiputada de Podemos, Victoria Rosell, son una manipulación “corta y pega”, pero el informe de la Guardia Civil sobre los dos archivos que en mayo entregó Ramírez a la Justicia, junto a la aparición de la grabación completa de la reunión, desmonta esa teoría.
Porque una cosa es manipular con inserciones de voces ajenas a los protagonistas, el contenido y el sentido de esa conversación, en la que ahora aparece implicado el exministro José Manuel Soria, y otra editar la grabación completa para eliminar pasajes, como la pericial también concluye. El entorno del empresario explica que decidió suprimir tramos porque implicaban a terceras personas, entre ellas, el propio Soria. Y la grabación completa descubierta ahora demuestra eso mismo.
Lo recogen así los peritos policiales en su informe al Tribunal Superior de Justicia canario, donde se instruye la investigación al juez Alba: Ramírez grabó la reunión con Alba en un dispositivo, y lo que entregó al juzgado nada más llegar su sustituta en el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria fue un pen drive con dos archivos de audios denominados REC001.MP3, de 17:27 minutos, y REC002.MP3, de 14:24.
Al producirse el escándalo en mayo con la publicación de esas conversaciones en eldiario.es, el TSJ canario abre una investigación de oficio al juez Salvador Alba, y entre otras pesquisas encomienda a la Guardia Civil analizar esos dos audios, en los que ahora aparece la trazabilidad completa de los mismos. Es decir, lo que estaba en duda era si la conversación entre Alba y Ramírez era un montaje, un invento, y aunque los peritos certifican que el empresario “editó” los audios cortando pasajes, estos proceden de un archivo “indubitado”, sin cuestionarse su veracidad, denominado REC004.MP3, de una hora y 17 minutos de duración.
Así se denomina el original de toda la reunión pactada entre juez y empresario, en el que figuran los momentos previos cuando Ramírez va en coche, en silencio con su chófer, a recoger al abogado de su empresa que previamente ha preparado la cita con el juez; lo que dicen estas dos personas camino de los juzgados; cómo acceden por el garaje de la zona restringida de la Ciudad de la Justicia grancanaria; la reunión entre Alba y Ramírez y hasta el momento en que abogado y empresario, tras la reunión a solas de este último con el juez, abandonan el edificio.
En su análisis detallado del audio total REC004.MP3, que los peritos encuentran en una carpeta denominada .trashes (papelera) de la grabadora utilizada por Ramírez, los especialistas comprueban que el primer archivo entregado a la Justicia en mayo, REC001, está formado por once tramos “editados” de la grabación total REC004, y que el segundo archivo REC002, del mismo modo corresponden a tres tramos del original.
Pero no consta “copia y pega” de inserciones fuera del orden cronológico de la charla entre Alba y Ramírez. Lo expone la Guardia Civil en un desglose de esos 14 tramos de la grabación original “indubitada”: el primero de ellos, a partir del minuto 19:06 es cuando Ramírez entra en el despacho de Alba, después de casi 20 minutos que el empresario cortó en los que ahora se descubre que iba en el coche, primero en silencio a solas con su chófer, y después, tras recoger a su abogado, en la secuencia en la que éste le dice cómo ha preparado la reunión con el juez y lo que tiene que decir en la inminente reunión.
Los siguientes tramos cortados para eliminar referencias a esas terceras personas de las que hablan Ramírez y Alba en casi 50 minutos, sin testigos, en el despacho del juez [nadie interrumpe la reunión salvo el magistrado Emilio Moya, que entra en el despacho y comenta cuestiones intrascendentes al caso], oscilan, como figura en la imagen adjunta, entre segundos y minutos largos, en los cuales Ramírez prefirió no dar a conocer a la Justicia la identidad de las personas de las que habló con Alba.
Sucede lo mismo con los tres tramos cortados del REC002: apenas 40 segundos en entre el corte 1 y el corte 2 (REC002_1 y REC002_2) y algo más de un minuto en el siguiente, como también queda detallado en el REC001 desde el inicio del audio.
Y a la misma conclusión llega la Guardia Civil cuando muestra en el espectrómetro de su informe que los cortes realizados al original no están manipulados sino que proceden de la grabación matriz. La imagen del espectrómetro del informe es la muestra de que la edición de los archivos analizados (los presentados en mayo por Ramírez, REC001 y REC002), a la izquierda, proceden del completo descubierto por la Guardia Civil como el original indubitado, a la derecha.
Las partes en gris del espectrómetro, a la izquierda, corresponden a los cortes con respecto al original, entero de sonidos a la derecha, sin grises que indiquen cortes o ediciones.
De este modo la Guardia Civil también llega a la conclusión de que los audios que se dieron a conocer en mayo corresponden cronológicamente, por su sincronización correcta, con la grabación total aparecida ahora. Y no han sido manipulados con grabaciones fuera de esa conversación.
El juez investigado por el TSJC ha sostenido, en su descargo, que esa reunión con el empresario al que investigaba se había producido en su despacho con todas las garantías legales, en presencia de secretario judicial y con luz y taquígrafos. Y hasta llegó a ordenar una investigación interna en la Ciudad de la Justicia, cuando fueron publicados los audios, para saber si había micrófonos instalados en su despacho.
La grabación bruta desmonta también esa elucubración del magistrado: Ramírez enciende su grabadora al subirse en su coche y la apaga al abandonar la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.