Los investigadores defienden que el niño que identificó al sospechoso de Yéremi como su violador “no dudó”

Antonio Ojeda, conocido como Juan 'El Rubio', en el juzgado

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Agentes de la Guardia Civil que investigaron la violación de un niño de 9 años por la que se juzga al sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas han defendido este martes ante la Audiencia de Las Palmas la veracidad del relato del menor, que “no dudó” en identificar al acusado al ver su foto.

“Vio la composición fotográfica y lo señaló”, pese a que su retrato le fue mostrado junto a los de otros hombres de aspecto parecido, ha destacado una agente del Equipo de Mujer y Menor (Emume) del instituto armado que le interrogó en noviembre de 2014, después de que aparecieran nuevos indicios que llevaron a reabrir la investigación de un suceso ocurrido en julio de 2012.

En la segunda sesión del juicio que se sigue contra el procesado Antonio O.B., conocido como El Rubio, la Emume ha considerado al “100% veraz” el relato del menor, que contó que fue sometido a una penetración anal y otros abusos en la chabola donde vivía el acusado, en la localidad grancanaria de El Doctoral, tras ser arrastrado por un brazo hasta el citado lugar.

Esa opinión se basa en factores como que el niño, nada más observar la foto que se le mostró junto a otras para ver si era capaz de identificar a su agresor, “inmediatamente, cuando lo ve, se asusta y dice: es este señor”, ha expuesto un segundo agente de la Emume que participó en el interrogatorio de noviembre de 2014.

Y ha insistido: “el niño no duda, sobre la marcha señala a este señor”.

El rápido reconocimiento del rostro de su asaltante en medio de varios más que se le parecían por parte del pequeño es, en todo caso, solo uno de los elementos que les llevaron a concluir que “los hechos que contó el menor son verdad” a él y a su compañera, según ha argumentado la segunda, que, como ejemplo de ello, ha aludido a que también contó que el presunto violador “olía mal, a asco”.

“Además, lo decía con una repulsión” que llevaba a pensar que lo que contaba era cierto, ha añadido la guardia civil, que ha recalcado que, de cualquier modo, tanto ella como su compañero opinan que el solo hecho de que el niño hablara por iniciativa propia de ese mal olor al preguntarle qué cosas recordaba de aquel día confirma su veracidad.

Porque “un niño que no ha tenido una vivencia de este tipo no nos aportaría un dato así”, ha sostenido.

Tanto ella como el otro agente con el que interrogó al menor han rechazado, además, afirmaciones de la abogada defensora de El Rubio sobre que el menor no podía recordar lo que había sucedido el día del asalto cuando le preguntaron al respecto más de dos años después.

Y es que, aunque el niño repitió varias veces “no me acuerdo, no me acuerdo de nada” durante el interrogatorio, según ha rememorado la letrada citando una grabación en vídeo que se hizo ese día, sus palabras se debían, en realidad, a que “no quería contarlo, le daba vergüenza, no quería recordar”, ha afirmado la agente.

Que, como conclusión de sus investigaciones, ha sentenciado: “Nosotros verificamos que los hechos que el niño cuenta son veraces”.

En la misma línea, una psicóloga municipal que examinó en otro momento al menor, Pino Dolores Sarmiento, rebatió igualmente las tesis de la defensora encaminadas a poner en duda sus testimonios, señalando tajante respecto a él: “No, no miente”.

Estas declaraciones se han producido en la segunda jornada de la vista oral del juicio que celebra la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas contra Antonio O.B., para el que se piden 13 años de cárcel por parte de la Fiscalía, si bien el acusado y su abogada este lunes insistieron en sostener que es inocente y por ello reclaman su absolución.

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