Cerca del 23% de los altos cargos del Gobierno de Cantabria han sido cesados o dimitieron en el primer año de legislatura
Cerca del 23% de los altos cargos del Gobierno de Cantabria han renunciado al puesto o han sido cesados cumplido el primer año de legislatura. Una treintena de personas, con responsabilidades que oscilan desde ser consejero a director de una empresa pública han pasado por el organigrama oficial, dejando sus puestos vacantes o siendo relevados, en algunos casos más de una vez, durante este período.
El último episodio lo ha configurado la reciente crisis de Gobierno, nunca reconocida como tal por la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga (PP), que tuvo lugar hace dos semanas y que supuso el relevo de dos consejeros y de varios directores generales en los departamentos de Cultura, Turismo y Deporte, así como en Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, y que todavía puede verse ampliada en los próximos días con relevos en algunas áreas del organigrama.
Y es que entre la anterior legislatura presidida por el bipartito PRC-PSOE y la actual del Gobierno en solitario del PP, la nómina de altos cargos en el Gobierno de Cantabria, entre puestos en la propia Administración autonómica y en sus empresas públicas, fundaciones y organismos dependientes, se muestra pareja, por lo que la treintena de ceses o dimisiones afecta aproximadamente al 23% del total.
Hace escasas fechas, la presidenta de Cantabria, de manera sorpresiva, trasladó a los medios de comunicación, en una comparecencia sin preguntas, los cambios de gobierno en las consejerías de Cultura y Desarrollo Rural. El 12 de septiembre, durante la toma de posesión de los titulares, la presidenta sí refirió en público lo ocurrido como un “cambio de equipo” para una nueva fase de aceleración de la gestión de la acción administrativa y la economía, así como la encomienda a todo el Consejo de Gobierno para “apretar el acelerador” en sus respectivos departamentos.
“Nuestro equipo está en permanente examen. Este es el mundo real, no la vieja política. Pasa en los equipos de fútbol cuando cambian un delantero por un defensa, por estrategia. Llegáis con la vuelta al cole, justo para preparar el material y trabajar para sacar matrícula de honor. Nuestro proyecto no cambia, mantiene el ritmo fijado, tan solo hace falta acelerar”, dijo la presidenta Buruaga ese día, insistiendo en que llegará el momento en que los cambios de titulares en un Gobierno sean asumidos con normalidad.
Sea cual sea la titularidad en el organigrama del Ejecutivo, en sus escalones más altos, lo cierto es que la austeridad predicada en la toma de posesión de Buruaga en 2023 todavía no se ha consumado: actualmente hay al menos tantos altos cargos como había cuando gobernaba el bipartito PRC-PSOE, algo que fue objeto constante de crítica por el Partido Popular la pasada legislatura.
Baile de nombres
En total, han cambiado de titulares 32 puestos de responsabilidad, desde consejero a director general, pasando por jefe de gabinete y secretario general de consejería, altos cargos del Hospital Valdecilla y responsables de empresas públicas, entre otros. Así, en la Consejería de Presidencia y Justicia cesaron en su cargo la jefa de Gabinete, Gema Alonso Monedero -que pasó a incorporarse al organigrama del Parlamento de Cantabria como chófer de la presidenta de la Cámara-; el director general de Seguridad, Héctor Moreno; la secretaria general de Seguridad, Mónica Escobedo, y la secretaria general de Administración Local, María José García Repetto.
La primera apenas duró seis meses en el cargo y fue sustituida por Juan José Rodríguez. Moreno fue sustituido apenas dos meses después de su nombramiento por la propia Mónica Escobedo, cuyo puesto en la Secretaría General fue ocupado por José Manuel Ríos. María Luisa de Pablo Verona ocupó la plaza vacante de Repetto.
En la Consejería de Economía, Hacienda y Financiación Autonómica se han producido cuatro cambios hasta la fecha. Cesaron en sus cargos Vanesa Martínez, de la Secretaría General de Fondos Europeos; Paula Sainz, de la Secretaría General de Financiación (sustituida por Lucía García Salgado); María Felicidad Pérez, de la Secretaría General de Gestión (ACAT, sustituida por María Luisa Ballesteros); y Eva María González, que estaba en la Fundación Comillas (sustituida por Dámaso López).
La Secretaría en Fondos Europeos la ocupó María del Mar Ortiz, que había sido cesada en 2020 pero tuvo que ser reincorporada por sentencia judicial del Tribunal Supremo. Cesada por el actual Ejecutivo autonómico, Vanesa Martínez ha vuelto a ocupar esa responsabilidad.
En la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación no ha sobrevivido ni el consejero, Pablo Palencia. Con este, han dejado sus cargos, el jefe de Gabinete, Julián Vélez, y los directores generales de Ganadería y Montes y Biodiversidad, María Fernández y José Causí, respectivamente. El relevo de Palencia ha sido consumado rápidamente por la que es nueva consejera, María Jesús Susinos, mientras que la plaza del director general de Montes sigue vacante. Augusto Rodríguez es el nuevo director general de Ganadería.
En la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, han sido seis los cambios. Además de la consejera, Eva Guillermina Fernández, han caído su jefe de Gabinete, Óscar San Emeterio; la secretaria general, Carolina Juániz, y los directores generales de Cultura, Cantur y Fundación FIS, Juan Antonio González, Luis Martínez Abad (este nombrado nuevo consejero) y Valentina Granados, respectivamente. El puesto de director general de Cantur deberá sacarse a concurso, mientras que en el FIS ha sido nombrado Cosme Marina González y la Secretaría General, Miguel Ángel Domínguez.
Pedro Fernández, director general de Sodercan, empresa pública dependiente de la Consejería de Industria, Empleo, Innovación y Comercio, dejó el cargo en octubre y su puesto sigue vacante, mientras que Ángel Pedraja se mantiene como consejero delegado. Se da el caso curioso de que Fernández apenas estuvo en el cargo nueve días y no llegó a formalizar siquiera el contrato.
En la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, la responsabilidad del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) pasó de manos de Marcos de la Mora a las de Gregorio Lanza, siendo este sustituido hace unos días por María del Carmen Arce, el tercer nombre al frente de un departamento de esta envergadura en apenas un año. La Secretaría General de Infancia ha dejado de estar ocupada por la citada María del Carmen Arce y su puesto anterior lo ostenta actualmente Jaime Serdio, recientemente nombrado.
Mientras tanto, en la Consejería de Salud han cesado en sus cometidos el subdirector general de Farmacia, Íñigo Fernández (por jubilación); y los los secretarios generales de Recursos Humanos, Eduardo Álvarez; y de Asistencia Sanitaria, Miguel Ángel Soria. Han sido sustituidos por Mónica Gómara, Juan Ramón Artiga y Pablo Serrano, respectivamente. Además, el director del Hospital Virtual Valdecilla, Ignacio del Moral, dio paso a María Jesús Hernández; mientras la directora del Banco de Sangre, Cristina Amunarriz, pasó el testigo a José Luis Arroyo.
La relación de dimisiones en Salud no quedaría completa sin contar con el descabezamiento de la dirección médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Con contratos de alta dirección, la directora médica, Rosana García, y tres subdirectores médicos del hospital cesaron en sus responsabilidades. Ramón Herrería es el nuevo director médico del hospital.
Fuentes de la Administración autonómica han apuntado a este medio de comunicación la posibilidad de próximos ceses en la órbita del Ejecutivo autonómico y su entramado de entes y empresas públicas, enmarcando estos cambios en la reciente remodelación del Gobierno que puede provocar más cambios en cascada una vez que los nuevos consejeros vayan asumiendo sus responsabilidades y analicen el trabajo que se estaba llevando a cabo en sus respectivos departamentos.
Consultado el Gobierno de Cantabria acerca de estos datos, no se pronunció al respecto.
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