“Ya os echaba un poquito de menos. Bueno, a vosotros no, al ruido que hacéis”. Bromeando, en una comunión perfecta entre banda y público, Fito Cabrales y sus Fitipaldis dieron este sábado el pistoletazo de salida en Santander a una nueva gira, tras dos años sin echarse a la carretera, para conmemorar el 20 aniversario del grupo.
Cantabria es un lugar especial para el cantante bilbaíno por sus años de residencia en Laredo y los asistentes al Palacio de Deportes le devolvieron ese cariño colgando el cartel de 'no hay entradas' con muchísima anticipación. La gente tenía ganas de Fito y lo dejó claro desde el principio.
El recinto comenzó a acoger al público desde la apertura de puertas, sobre las 20.00 horas. Faltaban más de dos horas para el inicio del concierto, pero las colas ya se hacían notar en las inmediaciones y tanto la pista central como las gradas empezaron a llenarse a buen ritmo.
Para calentar motores, Jairo Perera, más conocido como Muchachito, amenizó la espera de los allí presentes con temas como 'Ojalá no te hubiera conocido nunca'. El artista, apadrinado por la banda para esta gira, regresaría más tarde para realizar un buen trío musical junto a Fito y al saxofonista Javier Arzola.
Muchachito abandonó el escenario entre aplausos y la cuenta atrás para el comienzo del concierto se puso en marcha. Algún que otro impaciente no pudo resistirse más y comenzó a jalear que saliera el cantante vasco. Afortunadamente para todos, sus plegarias pronto se hicieron realidad.
A las 22.30 horas, a la hora señalada, el escenario se iluminó y los altavoces comenzaron a rugir. En las pantallas se proyectó un corto animado para inaugurar la gira aniversario y comenzó a sonar el tema 'Lo más lejos a tu lado'. La banda ya estaba presente y el público enloqueció.
La tercera canción del repertorio preparado para el concierto hizo vibrar, aún más si cabe, al Palacio de Deportes de Santander. 'Por la boca vive el pez', uno de los temas insignia del grupo, provocó que las gargantas del público se vinieran arriba.
Los asistentes, desde una niña de apenas seis años de edad a hombros de su padre que no paraba de cantar cada tema de la banda hasta el clásico rockero, pasando por los seguidores que portaban las icónicas patillas y gorra de Fito, se entregaron desde el primer acorde. “Es un máquina, es que es un máquina”, repetía una y otra vez uno de los allí presentes cada vez que el respetable brindaba una sonora ovación al grupo.
La visita de Ariel Rot
Fito tenía preparada una sorpresa. A mitad del concierto presentó a “uno de los grandes referentes de la música rock en España y a una de las principales influencias de la banda”. El ex de Tequila o Los Rodríguez, Ariel Rot, hizo acto de presencia en el escenario con una intervención que gustó, y mucho, al público. “Mira que es guapo, la hostia”, señaló entre risas Fito al despedirlo.
Tras interpretar clásicos como 'Garabato', 'Tarde o temprano' o 'La Casa por el tejado', todos ellos con toques especiales preparados para la ocasión, llegó uno de los momentos más espectaculares de la noche. Con el tema 'Antes de que cuente diez', el Palacio se vino abajo y banda y público se hicieron uno. El final de la canción parecía no tener fin y muchos desearon que la conclusión de ese tema no hubiese llegado.
Pero llegó, y tras amagar con el final del concierto, Fito volvió a escena en solitario para interpretar un tema que hacía “15 o 56 años”, en palabras del artista, que no interpretaba en público, 'Rojitas las orejas'. El público exhaló un grito de alegría y acompañó al artista en la interpretación de la canción.
El final del espectáculo se acercaba y había quien se impacientaba por la ausencia de cierto tema. “¿Cuándo la van a tocar?”, se preguntaba uno de los allí presentes. “No te preocupes, que todavía queda concierto”, le intentó calmar otro. Afortunadamente, el soldadito marinero llegó a puerto a tiempo. La banda tocó techo con su tema más reconocido. Fue lo más parecido a un dúo entre cantante y público. Nadie se cansó de buscar “una lágrima en la arena” después de “un invierno malo y una mala primavera”.
Tras más de dos horas de concierto, el tema 'Acabo de llegar' puso el broche final a un gran concierto en la capital cántabra. “Ya sabéis que si suena esta canción significa que nos vamos, ha sido un reencuentro increíble”, se despidió Fito. La banda no tiene nada por lo que sentirse mal, el público les dejó patente que todo les salió a pedir de boca en este inicio de su gira.