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“Sin cultura se destroza un país”

Jimmy Barnatán | Laya Producciones, Miguel Mesas

Carmen Castillo

Jaime Barnatán Pereda, más conocido en el mundo del espectáculo como Jimmy Barnatán, es un “todoterreno” que emana arte por todos sus poros. Ya sea en el mundo de la interpretación, de la música o de la escritura, este cántabro ha decidido tomarle el pulso al mundo que le rodea y sacarle provecho.

Este jueves, a las 21:00 horas, pondrá el broche final a su gira con The Cocooners en la Sala Black Bird de Santander. El blues y el soul vibrarán en la capital cántabra para trasladarnos a los suburbios estadounidenses, donde las raíces afroamericanas explotan en todo su esplendor.

Comenzaste en el mundo de la interpretación. ¿Ha sido ése el camino que te ha llevado a la música o ya te había picado antes el gusanillo?

Realmente, los dos mundos han venido solapados. Mi primera interpretación fue en la producción de Broadway que se hizo en Madrid del musical de 'Los Miserables'. En el casting, al que me presenté con 11 años, hice una prueba de canto en la que interpretaba a Ella Fitzgerald. A esa edad ya era bastante “friki” de la música… Después, en Nueva York, tuve la oportunidad de cantar en un garito de blues. La verdad es que siempre he estado muy ligado a la música, lo que pasa es que decidí profesionalizarlo hace unos años hasta convertirlo en un modo de vida, sobre todo en los últimos cinco.

Tu música huele a jazz, blues y soul. Sin duda, una apuesta diferente en un mercado cada vez más homogéneo…

Lamentablemente, en los grandes medios y discográficas hay muy poco de blues, de soul… de la música de raíz americana. Y sin embargo,  la contradicción es que España, a nivel mundial, está muy considerada dentro de este género. Sin ir más lejos, los dos últimos grupos que han ganado el European Blues Awards son españoles: unos tipos de Barcelona que se llaman A Contra Blues, hace dos años, y Travelling´Brothers, de Euskadi, este último. También te digo que varios de los mejores festivales de blues están en nuestro país, como el Hondarribia Blues Festival o el Blues Cazorla. Es un poco contradictorio porque se empeñan en cerrar un abanico que durante muchos años, sobre todo en los 80 y principios de los 90, estuvo muy abierto.

'MotorClub' es tu segundo disco con The Cocooners y tu cuarto álbum dentro de tu carrera musical. ¿Sigue la misma estela que los anteriores o hay algún cambio?

Ha habido un cambio sustancial en cuanto a la manera de grabar. De este disco han salido diez temas de estudio en directo, a la “vieja usanza”, como se hacían antaño los discos de blues. Igual hicimos con The Cocooners en 'Room 13', el trabajo anterior. Realmente, entendemos que para el blues el tema tiene que ser elástico y cobrar vida propia, aparte de lo que hagamos los músicos cuando estemos grabando. Es lo mismo que ocurre con las novelas o los guiones cinematográficos, que los personajes cobran vida. De alguna manera, con las canciones pasa un poco lo mismo. No sabes hacia dónde te va a llevar, y mola esa incertidumbre.

Tu concierto de fin de gira es en Santander, en la Sala Black Bird. ¿Casualidad o un guiño a tus orígenes?

No es ninguna casualidad sino que está absolutamente premeditado. El pistoletazo de salida de 'MotorClub' también  lo hicimos aquí con la custodia de diferentes amigos de distintos motorclubs de dentro y de fuera de la región.

Todo lo que me parece importante dentro de mi carrera me gusta celebrarlo en mi tierra, con mi gente, con mis amigos, con mi familia… Además, la Sala Black Bird se ha convertido en parte de mi casa musical. Hace un año y medio di un concierto en el que llevé a amigos como Carlos Tarque (M-Clan), Johnny Cifuentes (Burning) o Nando (La Fuga). He hecho hasta ruedas de prensa de mis novelas. Nos hemos hecho muy amigos, como primos lejanos que cuando se ven, se abrazan mucho y se celebran la presencia.

¿Qué nos podemos encontrar en este concierto?

Este va a ser un concierto muy especial porque vamos a estar todos los Cocooners, los que han tocado en invierno y han grabado el disco, que son Rubén Rodríguez (batería) y Dani Simons (bajo), y que  por compromisos profesionales no han podido tocar en verano con nosotros, y los que lo han  hecho en su lugar este verano, que son Ángel Camacho y Fredi Simons, aparte de Sergio González y yo.

Vamos a juntarnos los seis  para montar un set con dos baterías, un poco a la manera de los Allman Brothers, y vamos a hacer como una especie de jam session interna, un espectáculo muy cercano, con mucho intercambio. En fin, quien se anime va a asistir a una verdadera fiesta de blues y de soul.

Para quien no te conozca todavía, ¿por qué escuchar a Jimmy Barnatán & The Cocooners?

Porque tenga buen gusto (ríe). Precisamente, lo que no vendemos es humo. Para este tipo de género, hay que hacer la música con pasión y generosidad hacia el público, y es lo que hacemos.

También eres escritor. ¿Vocación heredada?

Absolutamente. Teniendo a mi padre, Marcos Ricardo Barnatán, y a mi madre, Rosa Pereda, ingeniero no iba a salir el chaval (ríe de nuevo). Por mi casa ha pasado toda la intelectualidad no sólo literaria, sino también de las artes plásticas y del cine…y claro, siendo niño yo me dedicaba a sentarme y escuchar. Hablaba poco de crío y fíjate, todo lo que no hablé de pequeño lo estoy haciendo de mayor, aunque mi estatura siga siendo pequeña (bromea).

Además de la promoción del álbum 'MotorClub', has participado como intérprete en el documental 'Las Hurdes, tierra con alma', compuesto su banda sonora y participado en la BSO de 'Mi gran noche', la nueva película de Álex de la Iglesia. Ha sido un buen año…

Ha sido un año maravilloso, muy dulce, en el que de repente empiezan a surgir muchos caminos. Por ejemplo, el día 20 de septiembre voy a estar en el estreno de la película de Álex, en el Festival de San Sebastián. El trabajo de Las Hurdes ha sido muy gratificante también, sobre todo porque nunca pensé hacer entrevistas de este tipo. He tenido la oportunidad de componer la música con mi compadre Sergio González y de conocer una región no olvidada, pero sí un poco apartada. Ha sido muy curioso hablar con la gente de la zona y descubrir cómo un documento cinematográfico, como fue el documental de Buñuel, todavía sigue suscitando polémica, amor y odio.

¿Qué espera Jimmy Barnatán del futuro?

Que contra todo pronóstico, vaya todo bien. No hablo sólo de mi futuro personal sino global. Vivo entre Madrid y Santander, y cuando estoy en la capital, noto que va teniendo otro color, que la gente no es idiota y ha querido cambiar radicalmente de aires. Espero que el futuro del país también vaya por esos derroteros.

Sobre el mío, espero seguir trabajando al máximo y mantener la sonrisa cada vez que voy a currar o me siento delante del ordenador a escribir algo.

Actor, músico, escritor….sin duda, una apuesta muy fuerte por la cultura en un país donde cada vez es más difícil dedicarse a ello.

Es difícil, en primer lugar, porque los que tienen que gestionar la cultura están contra ella de manera absolutamente frontal y han declarado una guerra abierta, con un IVA completamente abusivo. En segundo lugar, porque en su vida se han enfrentado a lo que es levantar un espectáculo o una editorial. No tienen ni la menor idea, y ese es su problema, aparte de que para ellos somos un “grano en el culo”. Por ejemplo, en conciertos multitudinarios, como el Sonorama, puede soltar lo que pienso y lo van a escuchar 5.000 personas. De repente, hay voz. Y lo digo yo que soy “cola de ratón” pero las “cabezas de león” llegan a más gente, y eso les molesta.

Pinta negro el sector…

Depende de lo que salga en las urnas. Afortunadamente, no creo que vayan a seguir estos señores. Esperemos que cambie y que se haga un país mucho más lógico porque sin cultura y sin clase media se destroza un país.

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